Pinturas

J.M Aceros Bernal

Un bello beso en mi se ha colado

uno tan fuerte e intenso que he olvidado

de lo normal y cotidiano de lo pasado

y dio paso a mi imperioso constructo.

 

La fiebre en mi se ha apoderado

pero, algo nos impide alcanzar la perfección

Dios no nos permite alcanzarlo, solo contemplarlo

eso nunca será para un humano.

 

Fantasmas mueven el piso

abajo cenaran los gusanos

donde suben los humos

y crecen los huesos nuevos.

 

Lluvia derrapa el suelo

aquel donde florecen las rosas

ahora pantano gangreno es

y el fuego lo recubrirá pronto.

 

 

Mira la oruga perturbada

ahogándose en su crisálida

El insecto la ve con fervor

esperando a devorarla.

 

Los risueños autores han llegado

y alcanzaron las lejanías extrañas

y han calcado tiempo y espacio

han perpetrado un crimen inhumano.

 

Se han llevado consigo cada adiós y lo nuevo

se han robado cada segundo que siento

y sus plumas han pintado en mi cerebro

lo han encimado y pintoreteado.

….

….

 

Entonces las pinturas mías han dado rienda suelta

a pensamientos y preliminares tan contrarios

y quizás he perdido el estribo que siempre he mantenido

por las gracias y metas que he comprometido.

 

 

Se ha proferido en libertad absoluta mis imágenes,

ya no hay quien las controle y les ordene

nada absolutamente nada, las puede obligar a fingir,

hacer las viejas cosas que tan acostumbrado estuve.

Las bibliotecas contra mí se abalanzan y ostentan

los sonidos me cortan en trazas la tranquilidad e inocencia.

Soy la mariposa que muere en su propia crisálida,

soy como las rosas derrapadas por las lluvias que necesitan,

y soy el fantasma de algo que ya fue perdido ha mucho tiempo.

Mis pinturas me atacan y me violentan

Yo, indefenso, recurro a todo lo que me hizo sentir humano.

El amor, el arte, la nostalgia y mis pesares

el beso colado, que ahora me desgarra los labios

el dolor de todos los años que he vivido.

Todo se ha transformado en un monstruo tan enorme,

tan poderoso y tan certero que se ha escondido;

Detrás de cada cuadro y cada movimiento,

y hubo siempre algo detrás, al fondo y oculto;

Que nadie nunca supo,

que solo en momentos pasionales,

Se hizo claro y evidente.

Los pintores han transformado lo mío

en algo extraño, necio y tan espantoso

que me siento tan impropio, tan rotundo,

porque me han secuestrado las ideas.

Los susurros se volvieron gritos,

mis pinturas ya son irreconocibles,

no soy yo quien las hizo, no me las adjudiquen.

Y si mis colores son tan extraños y mortuorios,

y si mis pinceles se han dañado y oxidado,

y mis conceptos se han tergiversado,

mi gran don, envidiado, ahora lo maldigo yo

pero sepan que yo, ya ni existo…

 

Ya con el paso de los años todo se ha esclarecido

ahora, pertenezco a esos miles de cuadros que yo pinté

a esos lugares que solo en la imaginación existe.

Soy la obra, lo que yo creé;

Soy el artista, la pintura;

El arte y lo degenerado.

 

 

 

 

Ver métrica de este poema
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.