Me aquieto, me acomodo y me incomodo
Me desdoblo, me entusiasmo y sobreviene el mismísimo infierno.
Libero unas penas y llegan otras.
Y el corazón parece encogerse como una fruta que se seca o se pudre.
Pareciera la muerte una musa inspiradora. Y hablo de la muerte que ataca lento y eficaz, aún con los latidos intactos.
Cual es el siguiente paso? Pregunta mi cuerpo derrotado.
El café no tiene sabor, y el sol y la luna siguen su curso.
Caminantes sonrientes y la pregunta es.
Cuantos más estaran deseando vivir?
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Autor:
Daiana Corsico (
Offline)
- Publicado: 10 de junio de 2025 a las 15:33
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 33
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., Gibraltar, ElidethAbreu, alicia perez hernandez, Poesía Herética, Pilar Luna
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