Mi gemelo me ataca
con su carga de metralla
y de fuego cruzado,
se ha hecho mi enemigo
desde que nacimos,
ambos prendidos por un cordón
al sagrado útero
de nuestra augusta madre.
Ella nunca tuvo preferencias
pero mi gemelo
siempre me odió
primero porque compartimos
un estrecho espacio dentro de ella,
la leche que manaba de sus pezones
y más tarde
la sopa que nos servía
en el mismo plato,
la misma pechuga de pollo deshuesado
los mismos garbanzos con fiambres
la misma verdura cocida al vapor.
Nos vestía con el mismo color
para ahorrarse algo de plata
con los costos operacionales
que dos pequeños demandantes
generan.
Pero a mi gemelo siempre
le supo mal compartir,
dar, darse, darnos.
No le agrada el sujeto colectivo,
para él sólo existe el Yo
no el Nosotros.
Por eso él me persigue
sin misericordia
quiere darme caza
como si fuera una fiera salvaje,
una anomalía que brotó de su cuerpo.
Culpa no tengo
de ser idéntico a él
y semejante a nuestra madre,
la dadora de nuestra vida.
Mientras él me persigue
sin darme cuartel
yo no hago más que huir.
No lo odio,
tampoco lo amo, es cierto,
pero como amarlo
si él me detesta
por el único crimen
de haber nacido
quince minutos
después de él.
OLLIN
09/06/2025
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Autor:
Ollin (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 9 de junio de 2025 a las 16:03
- Comentario del autor sobre el poema: Más que un gemelo se parece al doppelganger de la tradición judía askhenazi, el \\\\\\\\\\\\\\\"doble\\\\\\\\\\\\\\\" del que hablaba Freud.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: Poesía Herética, alicia perez hernandez, Mauro Enrique Lopez Z., ElidethAbreu
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