¡Qué has hecho conmigo mujer, que en vez de mirar hacia arriba para ver al cielo, solo observo tus ojos y me lo encuentro!
Mujer hecha de seda, tus besos son de aquellos que me quitan el sueño.
Mujer hecha de seda, tu piel es de aquellas que no se borran de la cabeza.
Y tus ojos ¡oh tus ojos¡ son de aquellos que me hacen perder el recelo, y si tengo que pasar por el fuego eterno ¡no me importa! Pues pagaría el precio, ¿no ves que mi corazón, a todo tu cuerpo, está preso?
¡Oh Dios mío, por favor no me salves! Es que este amor se ha convertido en una herejía, la mejor en esta vida, y que sin duda eres el pecado que yo cometería.
¿Por qué ahora es juicio roto? ¿Debería enamorarme de otro? Si supieras que este es mi mejor desvío, enamorarme de semejante castillo.
¿No ves que esta llama se enamoró de su dama? Si supieras que mi vida es de ella entera, mi cárcel sin barrotes, el fuego que no cesa, ¡es que tu eres la ausencia que quema!
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Autor:
Keiry Diaz. (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 8 de junio de 2025 a las 20:30
- Categoría: Amor
- Lecturas: 15
- Usuarios favoritos de este poema: Keiry Diaz, Poesía Herética, Mauro Enrique Lopez Z., ElidethAbreu, El Hombre de la Rosa
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