Bajo el cielo estrellado ella se aproximaba a su paradero.
Una joven castaña con ojos de miel y de terrón de azúcar parecía su piel.
Se adentró en el oscuro bosque por error, sin luz ni compañía.
Siguiendo los llamados de su padre al cual nunca encontraría.
Su corazón comienza a trotar mientras los ojos de la noche la ven sin parar.
Los árboles le advierten que corra pero decide no obedecer
El llamado angustiado de su padre es lo que movía sus pies
El aire se volvia espeso y amenazaba con escapar de sus pulmones.
Cuando la niña logro localizar los gritos ya era demasiado tarde.
Un venado era aquel que imitaba la voz de su padre.
Los rayos de sol se asomaban, buscaban despertar al cazador.
Este fue por su tesoro más preciado, pero en la cama solo un peluche quedó.
Preocupado buscó por la cabaña pero ningún rastro encontró.
Hasta que llegó a su oficina y la imagen sin palabras lo dejó.
Entre todos sus trofeos degollados, sobre la chimenea, la vió a ella
Unos bellos rizos, unos labios callados con hilo y una expresión aterrada con ojos de miel frente a el.
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Autor:
S.A.D (
Offline)
- Publicado: 8 de junio de 2025 a las 00:25
- Comentario del autor sobre el poema: Me dejé llevar y esto fue lo que quedó, me siento conforme con el resultado. Saludos y gracias por leer ♥️
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 5
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