Mi eterna luna, mi eterno hogar

EDGARDO

Dunia, luz de mis días,

mi dulce amanecer,

en cada latido mío

te vuelvo a renacer.

 

Tu nombre es melodía

que canta el corazón,

y en cada suspiro mío

brotas como canción.

 

Aunque lejos estés ahora,

mi alma te persigue,

como brisa que acaricia

y nunca se extingue.

 

Tu voz es el refugio

que calma mi tormenta,

tu risa es la esperanza

que en mi pecho se cuenta.

 

Eres luna que me guía

en noches de desvelo,

eres fuego que me quema

y me llena de anhelo.

 

Tus ojos son dos estrellas

que iluminan mi ser,

y en ellos me pierdo

sin miedo a renacer.

 

Cada día que pasa,

mi amor crece sin fin,

como río que se une

al mar para vivir.

 

Tus manos son el puerto

donde quiero anclar,

tu piel es el camino

que me invita a amar.

 

Contigo aprendí a amar

con ternura y pasión,

a fundir dos almas

en un solo corazón.

 

No hay distancia ni tiempo

que pueda separar

lo que el destino une

sin nada quebrar.

 

Eres mi dulce amiga,

mi amante y mi sostén,

el sueño que despierta

mi alma otra vez.

 

En tus brazos encuentro

la calma y el fervor,

la paz que me envuelve

y el fuego del amor.

 

Juntos hemos caminado

por senderos inciertos,

llorando y riendo,

viviendo despiertos.

 

Cada beso tuyo es

un pacto de ternura,

cada abrazo un refugio

que cura mi locura.

 

No soy santo ni perfecto,

lo sé con sinceridad,

pero tú, mi Dunia,

eres mi verdad.

 

Sanaste mis heridas,

llenaste mi vacío,

y ahora en tu mirada

encuentro mi río.

 

Quiero ser tu compañero,

tu sombra y tu luz,

el guardián de tus sueños,

tu más fiel cruz.

 

Prometo cuidarte

en la calma y tempestad,

ser la voz que te alienta,

tu eterna mitad.

 

Le pido a Dios que nunca

nos separe el dolor,

que siempre nos guíe

el fuego del amor.

 

Cruzaré mares y cielos,

montañas y el sol,

porque tú eres la llama

que enciende mi corazón.

 

Dunia de los ángeles,

mi vida, mi querer,

a tu lado por siempre

quiero renacer.

 

Que el tiempo sea testigo

de este amor sin final,

que en cada latido

te amo sin igual.

 

Quédate aquí conmigo,

en mi alma y mi ser,

porque tú eres el sueño

que nunca quiero perder.

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  • Autor: Edgardo (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 8 de junio de 2025 a las 00:18
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 8
  • Usuarios favoritos de este poema: EDGARDO, JUSTO ALDÚ
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