Me niego

Tu novia eterna

Este final fue nuestro comienzo,

Nos encontramos en la misma habitación,

Rodeados de tanta gente,

Para mi no existes, pero te mantengo presente,

Vi tu sonrisa y como mi presencia había desaparecido completamente de tu mente,

Debería borrarte, olvidarte, no notarte,

Pero, mis sentimientos fueron tan reales,

Que hipócritamente trato de difuminarte,

Como si no estuvieras en mí,

Convirtiendo esos labios, esos ojos, ese cuerpo, en algo extraño,

Como si no hubiera un nosotros y jamás lo hubiéramos intentado,

Todos saben que te espero, incluso tú,

Que me auto saboteo porque este espacio es tuyo,

Pero me borraste con tal facilidad que creo que ni me amaste,

Puedes llenarte la boca de que fui a buscarte,

Pero en mi realidad triste y notoria,

Estaba dispuesta a sacrificarme,

Si con ello tu te quedaras en mi vida por más tiempo que un instante,

Así que en respuesta no me parece justo,

Dejaste de ser un extraño un día cualquiera, ajeno a mí, a mis sentimientos,

Impropio de mi amor, de mis muestras de cariño,

De cómo era en la cama, de cómo hago el amor,

Y con tanta información,

Debo verte y, ¿aceptar las cosas como son?,

¡No! me niego rotundamente,

Este caso que procede, a derivarme en un mundo caótico,

Que suprime mi memoria, pero estabiliza mi mente,

Porque estando solo no hace falta que estés presente,

Te recuerdo, ¿Cómo no?, si nunca te olvido,

Me rompiste, me mataste, gatito.

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.