Donde Habita Él

Yasuara Melgara

Camina despacio, sin prisa en la piel,

con pasos de brisa y corazón fiel.

No lleva corona ni busca destacar,

pero hay algo en él que invita a mirar.

 

Bondad en sus manos, mirada sincera,

humilde en la cima, sin vanidad fuera.

Trabaja en silencio, sin esperar gloria,

guerrero en la lucha, tejedor de historia.

 

Aunque el desamor le haya herido el pecho,

no guarda rencores, deja el dolor deshecho.

Guardó el dolor como quien sabe amar,

dejó que se vaya, lo vio naufragar.

 

Y sin embargo, volvió a sonreír,

con menos certezas, con más por decir.

Despechado quizás, pero sin amargura,

vive con fe, con profunda ternura.

 

Y yo, en silencio, me dejé encantar,

sin cruzar la línea, sin querer forzar,

y aunque no me mire, me basta mirar.

 

Lo admiro de lejos, le cuido el lugar,

porque donde él habita… me gusta habitar.

 

Yasuara Melgara

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