RECORDÁNDOME QUIEN ERA

starmoon

Sentirme tan agradecido por amarte,
por haberte amado sin pedirte nada a cambio,
porque al mirarte sentía que ya lo tenía todo,
todo, incluso en este mundo que a veces parece sin sentido.

Fuiste luz en mis noches más largas,
fuiste refugio cuando mi alma temblaba.
Le diste a mi corazón una razón para seguir latiendo,
coloreaste los cielos que yo veía grises,
me mostraste que incluso la tristeza puede ser hermosa
si se comparte con alguien que no huye.

Volviste a abrazarme cuando me hundía en mí mismo,
cuando mis pensamientos eran puñales en la espalda
y mi mirada no encontraba salida.
Tan cegado estaba por el dolor,
que no supe ver cómo también te hería,
cómo mis silencios y mis miedos
se convertían en sombras para ti.

Mientras yo me repetía una y otra vez
que no era suficiente,
que no podría amarte como antes,
que el amor se me estaba cayendo de las manos
como arena entre los dedos.
¿Y cómo explicarte esa inseguridad?
Ese nudo en el pecho
que no me dejaba respirar
cuando tú solo querías sostenerme.

¿Me quedaría cruzado de brazos esperando una señal?
¿Esperando que el universo me diga que merezco tu amor?
Quizás no queríamos respuestas perfectas,
quizás solo queríamos que alguien nos dijera:
“No tengas miedo, amar no es un error”.

Y entonces fingíamos.
Fingíamos que todo estaba bien.
Tú, con esa sonrisa tan frágil,
yo, escondido en mi silencio.
Tomabas mi mano como si no supieras
que en cualquier momento podía soltarme,
como si temieras que mi alma se escapara sin avisar.

Y aún así, grabaste tu amor en palabras simples:
“Para ti”, decías,
como si eso bastara para explicarlo todo.
¿Y cómo pasó todo tan rápido?
¿Cómo se nos fue la vida en un parpadeo?

Hoy me miro en el espejo
y ya no soy el mismo de antes.
Mis ojos guardan lágrimas antiguas,
mis manos tiemblan por no poder detener el tiempo.
Y aun así, volvería a vivir cada instante a tu lado,
volvería a mirarte como si fueras el primer día
en que mi corazón decidió que eras tú.

Cada noche intento quedarme despierto,
para mirarte dormida,
para memorizar tu rostro como un mapa,
por si algún día tengo que buscarte entre los sueños.
Quiero gritar tu nombre al amanecer
como si el amor pudiera espantar los miedos.
Quiero abrazarte tan fuerte
que el pasado se rinda y se vaya,
que el dolor se disuelva en el calor de mis brazos.

Tu presencia es medicina para mi alma.
Y aún así, hay culpa.
Culpa por no saber cómo me amabas,
por dejar que tu amor se enfrentara a mis sombras.
Temo que un día ya no estés,
temo haberte arrastrado a un lugar oscuro,
a este rincón de mi mente donde ni yo me entiendo.

Y sin embargo, aquí estás.
Frágil, sí, pero de pie.
Más fuerte de lo que nunca te dije.
Y yo solo quiero pedirte esto:

Quédate conmigo hasta que mi cuerpo diga basta,
hasta que no me queden más fuerzas que darte.
Pero cuando llegue ese día…
cuando ya no esté…
no te detengas.

Suelta mis recuerdos,
guarda solo los buenos,
y aprende a amarte como siempre debiste hacerlo.
Sé feliz contigo misma.
Ríe por todo lo que aún te queda.
Y si alguna vez me piensas,
mira al cielo y susurrarme:
“Estoy bien”.

Y enséñame, desde donde estés,
que tu vida sigue,
que tu corazón se curó,
que todo valió la pena.

  • Autor: starmoon (Offline Offline)
  • Publicado: 6 de junio de 2025 a las 20:32
  • Comentario del autor sobre el poema: Nota: Ojalá pudiera recordarle al mundo lo valiosa que es la gente que ama de verdad. A quienes tienen a alguien en su corazón, gracias por estar ahí, por intentar ayudar a quienes ya no pueden recordar, por luchar por ellos y regalarles un nuevo día con cada gesto. Decirles que los aman, que son importantes sin importar los problemas, los convierte en ángeles silenciosos. Ángeles que viven en el corazón de quienes más los necesitan.
  • Categoría: Triste
  • Lecturas: 8
  • Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, El Hombre de la Rosa, Poesía Herética
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.