Y así, sin buscarte, sin la intención de hallar,
el sendero se bifurca, y te encuentro al andar.
La más hermosa coincidencia, un azar que es certeza,
trazado por el cosmos, sin que nadie lo sepa.
Un camino que a ti me llevó, en un instante fugaz,
a esa presencia-ausencia que hoy me quita la paz.
No sé cómo lo logras, me encantas más con cada atisbo,
un halago silente que ahonda en el abismo.
Contigo soy un vértigo, incoherente, casi sin voz,
y en esa rendición, la atracción danza veloz.
Qué simple es encenderme, con tu palabra en el aire,
mientras la fuerza que siento, sin par, se hace desgarre.
Y es que la vida no sabe igual, sin la fe de tu ser,
cuando tu esencia es un recuerdo que rehúsa perecer.
En noches de seda, donde el fuego se congela,
bajo el arrullo de una canción que ya no consuela,
surgen preguntas sagradas, del corazón a la razón.
No buscan herir, sino abrir la herida del perdón.
Profundas cavidades del alma, a la luz del desvelo,
si el pulso de esta historia quieres realmente desatar el velo.
¿Qué aprendiste de ti, mi quimera, al caminar a mi lado,
cuando la distancia no era metros, sino un compromiso quebrado?
¿Qué faceta tuya, por bendición, no he desvelado,
esa verdad que tu alma, aún presente, ha velado?
¿Y aquel instante cumbre, en tu senda, tan solitaria,
cuando yo, aunque a tu lado, era solo una plegaria sin respuesta?
¿Qué pieza de mi ser aún no lograste entender,
hasta este día, que nos mira, nos invita a perecer... en la verdad?
Y la voz que se eleva, con un hálito de melancolía que asfixia:
¿Qué te arraiga, te hace sentir que es tu sitio, la morada mía,
cuando el puente entre nosotros, en la sombra, ya no se alza?
¿Aquel primer destello que te arrancó un suspirar, lo conservas
cuando la llama que fue promesa, hoy apenas se observa?
Oh, paradoja cruel: si el alba no existiera, ¿cómo me amarías, hoy,
en estas reservas, donde tu sombra danza sin un "soy"?
¿Qué fragmento de este amor, en la pantalla encajaría,
para ser esa película que el universo, en silencio, observaría,
sin entender que lo desgarrador es la presencia de la nada?
No son meras palabras, estas preguntas que, mudas, surgen,
sino el mapa del alma, los deseos que, en silencio, urgen.
El sendero para abrir el pecho, para amar sin medida,
para construir la noche, con el sol, mi querida, mi herida.
Cada encuentro, cada sombra que en tu cercanía se da,
es el hilo que teje una historia que, sagrada, siempre vivirá,
pero con el amargo sabor de lo que pudo ser, y no está.
JTA.
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Autor:
jtaltuve (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 6 de junio de 2025 a las 10:47
- Comentario del autor sobre el poema: Queridos lectores, almas afines que hoy me acompañan: En esta travesía que es la vida, a veces, nos encontramos con ecos. Ecos de vivencias, de anhelos, de ese "ella" o "él" que quizás no está. Y aquí quiero dejar algo muy claro: esa "ausencia" a la que hago referencia en el poema "El Silencio de Tu Ausencia" no se limita a la mera falta física. No. A menudo, esa ausencia es aún más hiriente y compleja; se manifiesta en la vida diaria, en la presencia física de alguien cuyas acciones, cuyo compromiso, cuyo espíritu, reflejan una dolorosa falta, un abismo emocional en la relación. Fueron precisamente esos murmullos, esas sensaciones que flotaban en el aire de mis días —la presencia-ausencia que cala hondo— lo que me impulsó a volcar estas líneas. No busco simplemente contar una historia, sino abrir un portal. Este poema nació del deseo de explorar la profundidad de lo que significa amar y ser amado, incluso en la ausencia o en la búsqueda de una conexión que se desvanece ante los ojos. Quería que cada verso resonara con la cadencia de un latido, que sus palabras fluyeran como un río manso pero inquebrantable, llevando consigo no solo significado, sino también una melodía interna. Quiero que este poema sea un espejo, donde cada uno encuentre un reflejo de sus propios encuentros, sus propias ausencias —visibles o invisibles—, sus propias preguntas profundas. Que les invite a la reflexión, a la autoexploración de ese amor que existe, ya sea real, soñado o evocado, y a confrontar esa ausencia que, a veces, habita justo a nuestro lado. Que al finalizar la lectura, sientan que han sido tocados, conmovidos, y quizás, inspirados a buscar o a valorar, esa conexión que nos hace sentir exactamente donde debemos estar. Gracias por permitirme compartir este fragmento de mi alma con ustedes. Con afecto, JTA.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 9
- Usuarios favoritos de este poema: pasaba, Poesía Herética, alicia perez hernandez, ElidethAbreu, Mauro Enrique Lopez Z.
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