Adiós, mi amor.

Adiós, mi amor.

Adiós, mi amor, no llores, ya es muy tarde, me voy buscando un sol que me ilumine, aunque al dejarte el alma se me incline a suplicarte amor, que no te aguarde.

No fue tu culpa, amor, ni fue cobarde mi adiós. Fue el corazón que se define cuando en la herida el llanto se adivine y el alma por su libertad alarde.

Te amé, y no hay dolor que lo retire, mas quedarme sería traicionar, la voz que en mi interior me lo requiere.

Si alguna vez me quieres recordar, hazlo sabiendo que este amor que expire, prefirió irse antes que dejar de amar.

Nelson Aburto Alemán.

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