AMIGA DEL TIEMPO

Ayer leí, lo que supone una declaración 

etérea de aquel ideal en mi pensamiento

escrita en esas finas líneas de su rostro.

Sentí en esas manos el desgaste de una 

palma, que siempre dispuesta, ofrece una

cálida e imprevista caricia como un retoño 

de agosto.

La extensión de mis brazos pudo cubrir esa 

carne, que para algunos destruye su cintura,

pero que distante de lo imperfecto, me

resulta una poca de humanidad que

sobró de su hermosura.

He oído sus palabras poderosas que solo 

el prolongar del tiempo y la larga caminata 

despierta, me sorprendió con ese lenguaje 

de aquel ser, que al compás de su propia 

dulzura se revela tan cierta.

Como si su mirada fuera cada vez mas 

fuerte, ví esa sonrisa que es inigualable 

en lo que siempre he buscado, que lejos 

de acercarme a la muerte, siento que el 

tiempo ya es su confidente y cada día que 

pasa se vuelve su aliado.