El soldado y la guerra

Carolina Ugas Pazos

Al gran poeta Wilfred Owen

 

Me envían a matar a un semejante

al hijo de alguien como yo,

con una madre como la mía

y con hijos como los que aún no tengo.

 

En la mira del francotirador

mi vida no valdrá nada,

igual sucede cuando soy yo

el que lanza las bombas

donde me indique el dron.

 

Y la muerte, perversa, bruja

se burle de mí y me arranque 

los ojos o la lengua,

los brazos y la cabeza.

 

En la guerra todos somos combatientes:

hombre o mujer

civil o militar

adulto o niño

todos, sin distingo.

 

¡El silencio!

Qué espantoso silencio

cuando matamos y vemos morir

se hace un silencio que cruje

hasta los insectos se callan

horrorizados ante lo hecho

por mi tropa 

y por mi mismo.

 

No tendré paz mientras viva,

siempre recordaré mis acciones bélicas

no soy ningún héroe,

sólo quiero seguir con vida

y olvidar que maté para vivir

maté a otros que sólo defendían

su tierra y a los suyos.

 

Nada justifica mis acciones,

nada de lo sucedido 

en el campo de batalla

es honorable ni lógico

y si totalmente deleznable.

 

Que no canten el himno

que no me lancen flores

cuando devuelvan mi cuerpo yermo,

envuelto en el sudario

de mi manchado tricolor.

 

OLLIN

05/06/2025

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.