Tengo versos con aprecio
para todo ser viviente,
menos uno, que inclemente,
se merece el menosprecio.
Avispado, siempre necio,
que molestas a la gente,
yo te quiero, pero ausente,
y te estimo, sin un precio.
¿Pica el ego?,qué te quejas,
si hasta el zángano es mejor,
aunque viva vageando.
Deja en paz a las abejas,
marcha ya,alborotador,
o te acabarán zumbando.
A ese tipo de gente
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Autor:
λM (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 5 de junio de 2025 a las 10:22
- Comentario del autor sobre el poema: En el culo
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 21
- Usuarios favoritos de este poema: JUSTO ALDÚ, Scarlett-Oru, Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez, EmilianoDR, Pilar Luna
Comentarios1
Lambdasan, gracias por tus letras.La gracia de las avispas —si es que se les puede llamar así— está en que, aunque la mayoría las teme o las detesta, cumplen funciones cruciales en los ecosistemas. Algunas de esas “gracias” son:
Control biológico natural. Es decir, son insecticidas con alas. Polinizadoras olvidadas. Fuente de estudios científicos.
Simbolismo y poesía.En literatura y filosofía, las avispas a menudo representan lo incómodo, lo que desafía, lo que provoca sin pedir permiso. Son las “hermanas menores” de la abeja obrera, menos dulces, más irónicas.
Y la ironía…
La gracia última de las avispas puede estar en esto: no producen miel, no son populares, y aun así siguen zumbando, sobreviviendo y cumpliendo su papel. Como muchas verdades incómodas.
Jaja es más, como la dedicatoria dice, para este tipo de gente, que como las avispas, se dedican solo a picar al que trata de trabajar como las abejas, de ahí que hasta el zángano, aunque no haga nada, no molesta
Y la gracia de las avispas está en el culo, como dice el dicho jajaja
Muchas gracias por comentar
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