Te imagino muerta: es mi ritual,
puede ser cruel, lo sé,
pero así beso tu alma despierta.
Soy egoísta, sí.
Nada te iguala.
Te has sacrificado siete veces
y si por ti fuera,
te mutilarías por el bien de tus vástagos.
Defiendes, ogra, tus tesoros.
Tu amor no se corrompe.
Tu amor incomoda.
Un valor que cualquiera desearía,
en este mundo de cristal.
Te imagino muerta.
Desde la cuna heredada,
Te he visto —sin que te des cuenta—
Te encuentro majestuosa en cada hueso.
Te has dado sin pedir.
Pronto nos iremos, señora.
Que la muerte me elija primero si así fuera.
Pero esta tarde de agosto se celebra.
¿Acaso escuchas al tiempo?
Te beso entre los ojitos opacos.
Tanto amor herido que muerde tus faldas,
cubres tu vientre deshecho.
Quiero seguirte imaginando muerta.
De lo contrario, lee tu poema,
pero en voz alta,
Y que retumbe nuestra alma:
en la mía y de los que aún andan con la sangre afuera.
Dedicado con todo mi amor a mi madre, María del Carmen Sánchez.
Por las veces que nos has salvado en silencio,
por tu amor incómodo, valiente y sin medida.
Este poema es una forma de seguir abrazándote,
incluso cuando me duela imaginarte lejos.
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Autor:
Iván Hurts (
Offline)
- Publicado: 5 de junio de 2025 a las 00:25
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 7
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
Comentarios1
BIENVENIDO!! A POEMAS DEL ALMA
Muchas gracias Alicia
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