¡¡ALQUIMIA MI ALIMENTO!!
El rostro cándido de nuestra infancia
bebiendo el dulce jugo de naranja
fiel ritual matutino en nuestra estancia
alquimia en la cocina de la granja.
Me habitan los espacios como propios
aunque fueron efímeros y nuestros
inundan los paisajes siendo acopios
del prado que me traen mis ancestros.
Es la huerta esa alquimia, mi alimento
una infancia de glorias regresando
es la tierra gozosa como el viento
y la niña de ensueño esperanzado.
Recuerdos de la lluvia compañera
la que es cómplice en una dulce calma
resbalando la cumbre y mi ladera
y responde la luz que nutre mi alma.
MIRTA ELENA TESSIO
POETA ARGENTINA
TODOS LOS DERECHO...
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Autor:
catia-love (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 4 de junio de 2025 a las 03:01
- Comentario del autor sobre el poema: EStoy sin internet. Desde la magia me comunico con mis amables y queridos compañeros- Este`poema se lo dedico a el amigo del alma rural Eiliano. Con respeto y afecto.
- Categoría: Amistad
- Lecturas: 23
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Mauro Enrique Lopez Z., Francisco Javier G. Aguado 😉, Antonio Miguel Reyes, JUSTO ALDÚ, Poesía Herética, EmilianoDR, alicia perez hernandez, Javier Julián Enríquez, karonte
Comentarios5
Gracias por tus letras, querida amiga Mirta.
Siempre es un placer leerte.
Buenos serventesios apreciada amiga
Un abrazo
Bueno, aquí se destila ternura donde la infancia se convierte en un territorio sagrado habitado por la memoria y la naturaleza.
Buen poema.
Saludos
Querida Mirta:
Gracias por regalarme estos versos tan luminosos. Al leerlos, sentí que regresaba a esa infancia donde todo tenía el sabor del descubrimiento y la ternura. Tu evocación del jugo de naranja, la huerta, la lluvia amiga, no solo me trajo imágenes vivas, sino también una emoción serena, como si el tiempo me acariciara con manos antiguas.
Tus palabras son alquimia verdadera: transforman la memoria en alimento, la nostalgia en gratitud. Me habita ese niño de ensueño de la que hablas, y también me habita el campo, la cumbre, el viento. Gracias por hacerme parte de esa geografía íntima y compartida. Lo que nace del alma, llega siempre al alma.
Con cariño y emoción,
Emiliano
Muchas gracias, Mirta, por este bello poema, en el que se puede apreciar evoca una infancia intachable, fusionando naturaleza y memoria. Así, la «alquimia» de la cocina y la huerta simbolizan la transformación de la experiencia en alimento espiritual. Por otra parte, los elementos de la lluvia y la luz personifican una conexión profunda con el entorno, lo cual nutre el alma. Asimismo, la infancia se manifiesta como una etapa de fantasía y optimismo, en la que el legado histórico se fusiona con la realidad contemporánea.
Un cordial saludo y abrazo de luz
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