Fin
¿Dónde estás, mujer de miel?
porque tanta ausencia entre los dos,
si prometimos una tarde…tomados de las manos…
mirándonos a los ojos…con total sinceridad,
nos juramos un amor que supere la eternidad.
Mujer de apacible semblante…
te has vestido de nostalgia,
te convertiste en tristeza…
con tu blindaje hecho de hiel.
La bella dama de mis recuerdos…
ha desaparecido,
misteriosamente se transformó en dolor.
Que distinto es ahora…a lo que un día fuimos,
que distantes aquellos momentos de frenesí.
No quedan más que fríos escombros…
solo cenizas impasibles,
donde ha quedado la desbordante pasión
que hubo entre tú y yo.
Guardo en mi memoria…como añoranza sagrada…
los episodios de tu entrega,
tu devoción por mí,
tu excitación incontenible…
tus gemidos sin censura…
y tu éxtasis rendido…después de cada batalla…
que rayaba en la locura…
Lo inexplicable no es haberme olvidado,
lo increíble es lo insensible de tu desaparición…
como si yo nunca hubiese existido en tu corazón.
No puede ser,
no lo acepto,
jamás lo entenderé.
Como le explico al corazón que más nunca volverás…
que el pasado ya es pasado…
y no hay presente ni futuro para los dos.
Como le hago entender al corazón…que esta historia se acabó…
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Autor:
El Gitano de los Versos (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 4 de junio de 2025 a las 00:03
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: Jaime Alberto Garzón
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