Lágrimas, tristezas y dolor el fracaso de un amor - De la vida

… Un fracaso y desilusión, desvelan en la noche,       

Recuerdan con lágrimas, tristezas y dolor a un amor, prohibido…

syglesias

Presenta

Del ciclo de la Vida en Parejas…

Lágrimas, tristezas y dolor el fracaso de un amor - De la vida:

“A veces, la vida, dice, antes de hacerlo, debiste, pensarlo,

Como también, cómo luego, podrías decirle, lo siento. ”

A veces, pienso, no deseas mirarme, evitas un posible encuentro,

Sentados, tomando un café, para hablar de nuestras diferencias,

Deseo verte la cara, platicar de ti y de mí, sin tener, que fingir,

Cuál fue el miedo que pareció poder leer la última vez en tus ojos,

Al intentarse, evaluar juntos lo ocurrido o había alguna otra razón,

Que impidió a tiempo aplicar lo aprendido, por nuestros, errores,

Será, que estando, cerca de poder hacerlo, nunca lo permitimos,  

Si ambos fallamos, por qué, he de ser Yo, quien más haya, sufrido,

Por un amor prohibido, siendo este más intenso, que el permitido,

Amando aprendes a querer, como a padecer, llorando calladamente,

Viendo a ese ser, que fue sentido, mientras pecas, se va, alejando,

Riendo, gozando, creíste, tener el mundo del placer a tu merced,

A distancia tocasteis el cielo, cayendo con los pies al estiércol,

Dando cuenta muy tarde, despertando, que fuiste, feliz un día,    

Pero casi sin esperanzas, solo unas lágrimas, figuran en mis ojos,

Rememorando, esas fechas importantes, con móviles y pormenores

Y fueron muy nuestras, por verdaderas, escondiendo esas heridas,

Para que la tristeza y soledad, no la refleje el alma para mis ojos,

Al desear explicar lo más claro posible, lo que pasa, por mi mente,

Tomando esa foto, que siempre trataba de anexarle a mis poesías,

Soñando despierto poder, volver a abrazarte fuerte en mi pecho,

Una noche tropiezo con algo bajo la cama y al agacharme para ver,

Era un viejo álbum de fotos en blanco y negro amarillo de los años,   

Me senté a orillas de la cama, comenzando a ojear, lento sus hojas,

Las manos me temblaban, recordando por cada imagen el momento,

Al instante se iluminaron en la mente esos pasajes con sus detalles,

Sendas lágrimas se formaron, que rodaron de mis ojos por el rostro,

Mordiéndome labios escapó un fuerte suspiro rompiendo el silencio,

Yo daría, lo que jamás, di, por tenerte, nuevamente aquí y ahora,

En resiliencia, vivo, deseándote, bien, sabiendo, que no eres, mía,

Y aunque he aguardado, durante años, pacientemente el regreso,

Me conformaría, con acariciar una vez más, tu piel olor a jazmín,

Pero no eres la flor en mi jardín, que fue dueña de mi corazón,

La que, por un olvido, descuidé, terminó, siendo de otras manos,

Recibiendo calor de esos brazos, con sabor de sus besos,     

Pero debo seguir adelante, aguantando el dolor de la herida,

Disimulando frente a la gente con una sonrisa esta tristeza,

Siendo una verdad a cuesta el pecado castigará, sin piedad,

Por misericordia, habiendo alguno, perdón, pero no importa,

Este será el castigo a cargar a cambio de un posible, nada,

Porque al menos, hoy Tú tienes un dueño de tu corazón,

Más, no sé, si en realidad, también, hasta del alma y vida,   

Un pensamiento despierta del letargo al recordar este viejo amor,

Me levanto nostálgico, camino al estudio, está la silla que espera,

La misma, del ayer, que aguantó a este pobre corazón, expresarse,

Sin saber qué pudieses pensar al leer sentidamente, estos versos,

Como llamado, por palabras que ausentes, quedaron en mis, labios,

Sin tiempo y espacio, para ser escuchadas, sin tener que esperar,

Aún hoy aguardo, que los hayas, podido leer, para no más, sufrir,

Pero es ahí, justo ahí, que la voz se quiebra, con un nudo que ahoga,

Mientras el sollozo se hace aún más grande, cuando por impotencia,

Deseo gritar a la ventana, tu querido nombre al viento, sin lograrlo,

Dando cuenta cada amanecer al despertar, lo único, que reverdece,

Ante mis ojos llorosos, son los montes y valles, recibiendo el aire,

Al rostro, intentando secarme una vez más las lágrimas de estíos,

Observando a la mesa en el papel esta poesía aun sin terminar.    

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Sergio Yglesias García

Caracas, 03/06/2025 10:30 P.M.