El origen del auto ataque

Michaella

Dolor de cabeza qué no cede, decidirás partir al ser impactado contra los muros, indicio de qué es bueno. 

 

Chismorreo con verdades escondidas en la locución de un ser apenas lúcido, aprenderás a esconder del crío aquellos aberrantes enigmas, indicio de qué es natural. Dejémoslo para después, no interesa si es falacia o si el discurso está lleno de veracidad, esto es sobre salvarse. 

 

Síndrome de la bella durmiente, criatura carente de vida, si la ensoñación es tu lugar seguro deberás apreciarlo, pero, recordad que todo exceso finaliza sin gracia. 

 

Travesuras de rapaza, ¿Por qué el terror ficticio finaliza en un terrorífico estilo de vida? Aquella picardía que nunca fue reprendida, indicio de qué el costo será una vida excluida del estima. 

 

La culpa de esto y de aquello, la culpa que carga la espalda de la niñata y la desprovee de su energía, la culpa de no poder salvar y no poder ser salvada, indicio para su sistema digestivo de qué su estilo de vida estará cubierto de por vida por esta sensación tan desgastante. 

 

El coraje, coraje por no poder estar a la altura de lo qué podrían esperar de una persona de tan corta edad, perfección pura, claro que el coraje rodea la historia desde el comienzo.

 

Tiendo a pensar que el verdadero origen del dolor autoinfligido es el coraje. Te enojas por no tener atención, no atención inmadura, ¡Joder, veánme sangrar y crean mi discurso!

 

 Joder, que es una niña y no quiere vivir escondida y arrinconada, mientras ve a todos los demás pasar y vivir, aunque vivir asquerosamente con odio y maldad o incluso con indiferencia, anhelaba solo vivir y ser escuchada y ser atendida, y qué mis heridas que sangraban fueran curadas, y qué el refugio que había viajado hasta muy lejos pudiera ver con cariño que en realidad estaba a salvo, porqué habían seres que podían proporcionar eso.

 

Y quería tener amigos de verdad, no de aquellos que eran amigos al salir del edificio superficial mientras no eran observados, o de aquellos que hablaban bajo para no ser observados por los demás, quería una amistad real y no quería tener que esperar a qué llegarán mis anhelados heroes gemelos para sentir un respiro de libertad instantáneo hasta tener que despedirlos nuevamente. 

 

Y por supuesto, no quería perder los recuerdos maravillosos, que aunque eran pocos al final del día hablaban de la vida en general. El coraje, indicio del daño que no se puede controlar cuándo tu sistema decide actuar por cuenta propia. 

 

Y la rebeldía, pero verás se trata de una rebeldía ambigua, no de aquella que llama notoriamente la atención de cualquier individuo, era una rebeldía pura que se producía en la mente que efectivamente había avanzado a una velocidad inexplicable para la naturaleza, rebeldía que se transmitía al salir las puas del erizo, cuándo había miedo, terror o enojo, solía exhudar rebeldía pero contenida en la pequeña cabeza que podría tener aquella criatura, entonces en algún momento esta rebeldía sería el indicio de una rebeldía real, la que se ha manifestado por siglos a través de las heridas auto provocadas. 

 

En algún punto la mente evolucionó y el dolor se materializó, entonces aunque el daño seguía abrazando el estómago, la cabeza y en ocasiones al cuerpo en general, el daño también pasó a dar un paso de ser intangible a ser tangible por medio de pequeñas cicatrices y navajas, y piedras, y pastillas y sinfín de métodos cada vez más avanzados, indicio de qué el dolor nunca se apartaría. 

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Comentarios +

Comentarios1

  • JAVIER SOLIS

    Grandes verdades expuestas con maestría
    excelente amiga
    Con cariño
    JAVIER

    • Michaella

      Gracias Javier. Qué esas verdades sigan tocando corazones cómo el tuyo, me honra mucho tu lectura.



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