Amando, sin quererlo, aprendí a sufrir en silencio - De la vida:

… Despertar con una lágrima en el rostro,      

Hay lecciones de vida, difíciles de aprender…

syglesias

Presenta

Del ciclo de la Vida en Parejas…

Amando, sin quererlo, aprendí a sufrir en silencio - De la vida:

“A veces, la vida, dice, el silencio, suele, doler,

Más aún, si no hubo, adiós, por un olvido. ”

Amando, sin quererlo, aprendí a sufrir de silencio,

Por el desamor, demostrado de la mujer, amada,

A cargar con sombras sin piedad por misericordia,

Naufragando, solo en mares de lágrimas por dolor,

Tus besos fueron fuego, ardiendo en piel desnuda,

Tus palabras, dagas que hirieron, sin alguna razón,

Y en lo oscuro de un papel cruel, el escrito adiós,

Plasmé la tristeza leyendo en lenta condenación,  

Amando aprendí que el amor es tormenta perfecta,

Que arrasa, quiebra, dejándote sin fe y esperanza,

Que en la noche más densa, no hay quien aliente,

Y que el alma se rompe, sin que nadie vea, sufrir,

En esta soledad, que me abraza, ata y hasta ahoga,

Donde el eco de tu voz se convierte en cruel verdad,

He descubierto que amar también desata una locura,

Un infierno callado de amarga soledad aprendida,

Amando aprendí a sufrir en soledad al caer la noche,

A padecer el eco frío y sombrío de un adiós sin adiós,

A perderme a la sombra por esa verdad nunca dicha,

Y a renacer en el abismo de mi voz, sin una escucha,

Tus palabras fueron unos cuchillos, sin piedad,

Que desgarraron mi corazón, sin una razón,

Y en cada errático latido, en cada pestañear,

Se quebraba mi pecho, se apagaba mi sol,

Amando aprendí que el amor es un duelo,

Una batalla campal, muda que nadie valora,

Un jardín marchito, bajo un mismo cielo,

Donde florecen lágrimas, que no se ven,

En la soledad, encontré cierta mi condena,

Un mar de lágrimas que no puedo ya cruzar,

Te extraño, busco en vano esa luz que no veo,

Solo hallo este vacío que me quiere poseer,

Amando aprendí a sufrir al no, comprenderme,

Con tu desamor en tu cruel e inhumana, vida,

A las promesas rotas, que no llegaste a cumplir,

Por los sueños que juntos decidimos, destruir,   

Tus ojos se volvieron muros de indiferencia,

Tus palabras, sentencias que me condenaron,

La esencia y a residir a lo oscuro del olvido,

Abandonado, quedé perdido, sin orientación,

Amando en silencio, aprendí el amor, puede matar,

Doliendo más el olvido, que el final de la historia,

Que en triste soledad, padeces con el pecho herido,

Aprendes a llorar despierto, sin ser jamás, entendido,

Amando supe, el dolor sentido es un gran, maestro,

Y que por cada herida, debajo, se esconde ese saber,

Pero el precio es alto por un camino largo e incierto,

En soledad sé, que aprenderás a cómo saber, perder.

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Sergio Yglesias García

Caracas, 26/05/2025 09:30 P.M.