Mi parte mala

Tinta Celeste

Te puedo torturar si quiero,

quitarte todos los caramelos,

morderte el alma…

y hasta arrancarte el chocolate.

 

Ya te mostré mi parte buena,

pero parece que no te alcanzó.

Ahora vas a conocer el otro lado,

el que toma el control sin pedir permiso.

 

Te voy a excitar tanto

que vas a devorarme con la ropa puesta.

Vas a rogar, gemir, perder el rumbo.

Y yo… voy a disfrutar cada segundo.

 

¿Estás dispuesta a todo conmigo?

 

Te presento a mi parte mala:

la que no teme a los ruidos,

la que gime sin pudor,

la que no sigue reglas,

la que no frena aunque le digan que pare.

 

Puedo tratarte mal, si eso querés.

Y no me disculpo.

Porque esto es lo que una mujer madura hace

cuando ya no le teme a su propio deseo.

 

Y sí…

mi parte buena ya no está.

Ahora mandan mis ganas.

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Comentarios +

Comentarios1

  • Franjablanca

    Pues visto desde el desconocimiento más absoluto que uno tiene en determinados asuntos y desde la distancia, yo diría que tu parte buena sigue siendo la buena (por definición), y tu parte mala es la mejor (por inducción e intuición). Pero claro, uno habla como quien aparca de oídas; a lo Woody Allen.
    En cualquier caso, haré seguimiento de esta cuenta para ver cómo evolucionan los hechos y qué desenlace tiene el desarrollo de los mismos.

    Envío saludo cordial y pulso intro...

    • Tinta Celeste

      Me ha encantado tu comentario, tanto por lo que dice como por cómo lo dice.

      Gracias por ese elogio tan creativo —¡hasta mis partes malas se sienten halagadas!

      Prometo seguir evolucionando los hechos con el misterio que merecen.

      Aprecio mucho el seguimiento. Saludo recibido… y devuelto con gusto.



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