Callen los murmullos de la calle,
que entren por la ventana solo los aromas del mundo, y no su ruido.
Mírame, gato, ¡mírame!, y no solo te lamas.
Olvídenme, mosquitos.
Luz, no te vayas; hay calor, hay cuerpo, hay necesidad.
Gire el ventilador como gira el deseo.
Y el limonario — ¡oh, limonario! — que dé su fruto:
ni amargo,
ni ácido,
ni pequeño.
No arranquen la naranja-agria del árbol callejero.
¿No ven que aún es más hoja que fruto?
Limpiemos, sí, limpiemos los caminos.
Quitemos las bolsas, la podredumbre, el olvido.
Bebamos café sin azúcar,
con un alma buena al lado.
Que haya pan, el suficiente,
y que no sobre,
ni falte.
Todo en su justa medida.
No por hambre ni por hartazgo,
sino por aquello que no se desea de más.
¿Dónde está el jardín prometido?
¿Cuándo nacerá su flor primera?
Aún lo cerca el concreto,
aún dentro solo hay mangales torcidos y gusanos sin tregua.
El sol cae vertical,
y nos tememos.
Sí, nos tememos.
Y no nos hablamos.
Y no nos miramos.
Y la inanición entra por la radio como humo invisible.
Quisiera despejar esta cacofonía:
chicharras, motores, pájaros…
Separar el ruido del canto,
como un matemático despeja una fórmula.
Pero no es fácil ser poeta.
Ni exacto.
Ni soñador sin error.
Se necesitaría algo más grande.
Un incendio de humanidad.
Una multitud embriagada de bien.
Pero eso parece imposible.
Por eso estamos solos.
Por eso solo nos buscamos cuando viene la muerte.
Y luego, olvidamos.
Dejamos de mirar,
nos escondemos en los oficios del orgullo.
Pasa un zanate.
Pasa un perro.
Y paso yo,
sobre los caminos ardientes de siempre.
Pero pronto lloverá.
¡Oh, sí! Lloverá como sabe llover en mayo en Nicaragua.
He visto camiones arrastrar cadáveres de árboles.
He visto aves en jaulas sobre la carretera,
a la venta junto a los mangos podridos.
He visto sonrisas que apestan a odio.
Pero lloverá.
Torrencial.
Y entonces nos quedaremos quietos,
y todo volverá a nacer.
Las palmeras mezclarán el amarillo y el verde.
Mi limonario dará su fruto.
No cortarán mi naranja-agria.
No vendrán más recibos, ni de luz ni de agua.
El canto y el motor se separarán.
El pájaro se irá con la chicharra,
y no volverán con el ruido.
Y entonces, sí,
viviremos con lo justo.
Sin querer más.
Limpiarás tú una calle,
limpiaré yo otra.
Y entre basura lavada y palmas,
nos miraremos con sinceras sonrisas.
Y entonces correré a tu encuentro,
como si te viera por primera vez.
Con la agilidad antigua.
Con el amor intacto.
Para darte el beso que quiero darte cuando no estás.
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Autor:
hugo emilio ocanto (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 2 de junio de 2025 a las 00:01
- Comentario del autor sobre el poema: Autor: Ricardo Castillo - - Comenta: El poema es una súplica íntima, una mirada a lo esencial: lo justo, lo simple, lo verdaderamente necesario. Gracias por leerlo y dejar que sus versos respiren contigo. R.C. Con el consentimiento de su autor, declamo sus letras con todo mi sentir. Feliz día, amigas, amigos, lectores del alma. Hugo Emilio.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: WandaAngel, ElidethAbreu, Lualpri, El Hombre de la Rosa, Dr. Salvador Santoyo Sánchez, Hugo Emilio Ocanto, Ricardo Castillo., JoseAn100, Violeta, Josué Gutiérrez Jaldin, Jaime Correa, Llaneza, David Arthur, JUSTO ALDÚ
Comentarios8
Gracias por tu voz, tu disposición, tu alegría, tu amor por la letras, por tu melodía, por todo aquello que no puedo describir con mis palabras, porque me hacen falta, por este sentimiento que no es suficiente y que no logro trascender. Te abrazo y agradezco Hugo Emilio, amigo.
Gracias a ti poeta por ser un poeta humilde que escribe desde el corazón.
Agradecido por confiar en mí.
Inmenso tu comentario que me llega al alma, amigo.
Un sentido abrazo Ricardo. buen poeta amigo.
Me has hecho llorar, aquí, lejos de mi patria donde lo escribí. Con tu decálogo, me has hecho vivir cada palabra y recordar su origen. Te agradezco y te abrazo en este momento tan sentido.
Tu llanto es motivo por tu sensibilidad, Ricardo.
Nos parecemos.
Las personasque derramamos lágrimas de alegría,
somos hijos del Señor... que nos acompaña.
Con tus palabras me siento realizado como ser, y como amigo
del buen amigo que eres.
Mi agradecimiento a ti, con sentido abrazo.
Gracias mi querido Ricardo y que bien tejidas letras.
Excelente trabajo.
Abrazos.
Gracias a usted Elideth y a nuestro amigo Hugo Emilio, él es el artífice de esta entrega. Abrazos poetas, los quiero.
Gracias Elideth.
Abrazos.
Buenas letras Hugo.
Felicitaciones para ambos.
Un abrazo y gracias!
Gracias poeta ¡Abrazos!
Por nada, merecido lo tienen.
Gracias por acompañarnos en este bello poema de Ricardo Luis.
Agradecidos por felicitaciones.
Un abrazo.
Otro.
Un aplauso a ambos.
Saludos Maestro Hugo Emilio Ocanto, buen trabajo
Gracias poeta, por tu gentil comentario. Abrazos.
Muchas gracias por estos aplausos a ambos, Dr. Salvador.
Saludos.
Feliz día.
Mi HuguitoEmil no conozco el dueño del poema. Pero que poema tan elegantemente romántico, una conjunción de unión admirable y tu voz le da esa aceptación unica a lo que he comentado, para ti mi Huguito mi admiración de siempre y todo mi cariñoy para el poeta Ricardo todo mi respeto. Saludos para los dos.
Pues a través de sus letras, te lo presento, Violeta.
Muchas gracias por acompañarnos con tan bello comentario.
Pases maravilloso día.
Saludos.
Hugo Emilio.
ídem mi Huguito , por alli lo visIte y escribe muy profundante especial.-
Hola, Violeta, poeta.
Gracias por tu bello comentario. Es un placer saber de vos.
Para el poeta Hugo Emilo, este es un merecido reconocimiento a su voz.
Abrazos.
Hola Ricardo, siii Hugo es especialmete amigable, yo lo estimo y lo quiero mucho, es mi hermanito mayor aqui en el portal, todo loS poemaS que escogue para donarle su voz tiene que ser sumamente especial, te visite , escribes muy profundo y le das aceptación confortable a lo que escribes. SALUDOS CORDIALES Y GRACIAS.
Muchas gracias, Violeta, por tus palabras tan generosas. Coincido plenamente: Hugo tiene una sensibilidad especial, y es un gran hermano para todos en este espacio. Me alegra que hayas visitado mi rincón y conectado con lo que escribo. ¡Un abrazo cordial!
Para nada , merecida visita , es que tenia que hacerlo, tenia que ir a visitarte.¡Un abrazo cordial!
Felicitaciones a los poetas Ricardo Castillo y Hugo Emilio. Por este poema que nos brinda Ricardo en la voz de Hugo Emilio, la voz del foro.
Muy agradecido estimado y apreciado Jaime
por estar presente en este poema de Ricardo.
Agradecidos por felicitaciones.
Saludos cordiales.
Hugo Emilio.
Gracias, estimado poeta Jaime. Y sí, bien lo has dicho: Hugo Emilio, la voz del foro. Abrazos.
Un encanto de poema del poeta Ricardo Castillo, que me ha llevado a las calles de Managua a conocer el limonario, el gato y el perro y empaparme con la lluvia torrencial de mayo, y tu amigo Hugo-Emilio, con todo tu sentir, tu interpretación maestral.
Abrazos amigos poetas
David
Una inmensa satisfacción David por tu presencia
y comentario.
Así da placer continuar, estimado y apreciado amigo.
Sentido abrazo, poeta-pintor.
Hugo Emilio.
Gracias, poeta David. Me alegra mucho que el poema te haya llevado a recorrer esas calles de Managua, bajo la lluvia de mayo. Qué dicha que hayas sentido al limonario —que sembramos con mi esposa en la entrada de casa—, al gato y al perro, compañeros fieles de nuestro hogar. Y gracias también por destacar la interpretación sentida de Hugo Emilio; su voz le dio nueva vida al poema. Un abrazo grande.
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