Y no es que en ti vea mi imagen proyectándose,
porque nimio soy ante tu majestuosidad,
eres el reflejo de lo supra-natural,
con formas de sueños de eternidad,
te presentas sublimemente como una expresión del amor,
adaptándote a la miseria de mi entendimiento;
es que: ¿cómo haces todo posible?,
trasmites con el céfiro
caricias para mi dermis que tiene ansias de ti,
eres inverosímil;
posees el bisturí para cercenar
la coraza de mis entrañas
y tienes el acceso a la caja fuerte
de mi corazón, y hacer ahí la instalación
de tus artificios infaliblemente
para adquirir el control sobre mí con totalidad
y yo asiento a dejarme seducir
por el cosmos que se refleja en la inmensidad de tus ojos,
así, quedo de ti simplemente en camelo,
estupefacción, petrificación, anonadamiento...
porque tu magnanimidad es tal
que lo que aun para ti es poco
es para mí todo, todo me has dado ya,
nada debo pedir, que la dicha de tomarte de la mano
y levitar contigo, tú al lado de este ser en caos
en el éter del mundo que juntos co-creamos
-vislumbrando el devenir-, son promesas del onirismo
que acondicionan nuestra unificación,
más allá de lo tangible tras el contacto
de nuestros cuerpos exquisitamente en la desnudez
que nos conduce orgásmicamente hacia la exaltación.
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Autor:
GDA (
Offline)
- Publicado: 31 de mayo de 2025 a las 21:55
- Categoría: Amor
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: ElidethAbreu
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