Viola x wittrockiana 

Pasaban las estaciones y no florecía

Pensaba en obligarse a brotar con osadía

Su tristeza crecía sin cesar al ver que solo ella se estancaba detrás.

Se decía a ella misma, querida ya llegará tu día

Y con el pasar de los días solo sentía mayor lejanía.

Sabía de antemano que desde el nacimiento el futuro era incierto

Cada día de su existencia sinuoso era, duele, qué tonto

Llegó la primavera, colorido todo era, todo a excepción de ella.

Nadie le dirigía la palabra, tal cual decepción

Pero la mirada de todos ardía más que cualquier maldición.

En primavera tuvo la gran idea de disfrazarse con un vestido de seda

Pero sin flor, por más que intentó no logró brillar con fuerza

En verano decidió exponerse más al sol, para probar suerte y con mayor cuidado llegar a ser notoria.

Casi le cuesta la vida, pues el sol pareciera que le estaba castigando por tanta euforia.

Y en otoño tuvo un pequeño descanso, todo seguía colorido pero al menos no tenía el recuerdo de frente a su fracaso.

Un día un sabio le preguntó si conocía su nombre

Ella le respondió tristemente: “No, usted perdone”.

Debo ser bien sincera y es que por más que mi cuerpo intenta e intenta no logra florecer.

Me preguntaba si alguien así es digna de merecer

Merecer un nombre, amor o simple admiración.

Debes tener una línea de error en tu mente, querida.

Florecer no es la razón de ser, todo hiciste bien desde el primer instante, nacer.

Es hermoso extendernos para echar raíces, pero la vida real sólo se enfoca en el ser.

Tu nombre, mi niña es simple pero apacible

Pensamiento, es tu nombre. Flor que no olvida, valiente e indestructible.

Te sorprenderías si pudieras verte tal como yo lo hago

Querida que nunca te rendiste ante tanto naufragio. 

Verás, todos han dado sus frutos, sus pétalos han caído, en sí han vivido

Pero sigues de pie, con la fuerza y resiliencia que nadie tiene.

Fue el calor el que te frenó, a diferencia de nosotros que nos ayudó.

Te sugiero, te mantengas despierta, se acerca invierno 

Quizá puedas parar de interpretar lo que no eres y disfrutar de tu sueño.

Llegó el frío invierno

Incrementó también mi lamento.

No quiero seguir mas tiempo haciendo esto.

Si mi destino no está floreciendo, ahora sólo puedo esperar a desvanecer.

Bajo la nieve, esperé por el final

Gran sorpresa tuve que enfrentar.

¡De mis palitos, al fin coloridos pétalos lograrón brotar!