Tristeza desgarradora, silencio en la piel,
con mentiras que bailaban al filo del puñal.
Entre susurros oscuros de falsa pasión,
la traición destrozó mi fiel corazón.
La decepción se alimenta de cada recuerdo,
como un eco doliente que aún conservo.
Creí en promesas de luna y de miel,
pero eran espejos rotos en un viejo carrusel.
Mi corazón, herido, se volvió de acero,
forjado en el fuego del dolor sincero.
Ya no sangra por quien lo pudo romper,
ni tiembla al oír un falso querer.
Largo anochecer, en sombras tan densas,
cuando todo parecía perder sus defensas,
una luz tenue tocó mi ventana,
el alma cansada, por fin, se sana.
Comienza un nuevo amanecer, sin cadenas,
sin máscaras frías, ni viejas condenas.
Ya no hay rencor, solo fuerza en la piel,
y un corazón de acero que late fiel.
G3
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Autor:
Tavog3 (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 31 de mayo de 2025 a las 00:06
- Comentario del autor sobre el poema: Ya no es tiempo de volver a amar, si perdonó, pero la cicatrices quedan y no puedo de nuevo confiar.
- Categoría: Triste
- Lecturas: 5
- Usuarios favoritos de este poema: natty_097_, El Hombre de la Rosa
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