Míticas y estelares criaturitas II

Michaella

No sé trata de ellos, nunca se trató de ellos.

Hubo un momento en que el mundo parecía tan colosal que aterraba.

En ese mundo colosal, todo lo que había cultivado como verdad se estaba
derrumbando.

Caían las estrellas y con ellas caía mi fe.

Las edificaciones ciclópeas caían una a una, y con ellas mi ventura.

El extenso mar era sofocante. a medida que más crecía atemorizante se reflejaba el
mañana.

Cuando todo lo que te generaba confianza se desvanece, ¿Podrías vivir sin temor?

Manifiesto que no, no existe persona con la cualidad de existir sin propósito y no
sentir abrumación.

El objetivo de vida no es idealista, el objeto de vivir es tener un “para qué”.

Por tanto, deseé dormir, idealizando estar bien.

Después, tuve que enfrentar el mañana. Un corazón adolorido habla sobre un
inmensurable amor.

Querida soñadora, lo que realmente perdiste aquél día fue la convicción en ti.

¿Volverá con el tiempo? Cómo la autonomización de un sistema independiente.

Fantasiosa te mantienes, pero el tiempo no es capaz de reparar algo en sí, ¿Quizá
si lo olvidase?

Lamento haber soltado mis propias manos y voltear a otro lado en lugar de mirarme
a mí.

Si nadie más está para sujetarme, ¿Seré capaz de marcharme?

Diferente a ello, solo me perdí.

Supongo que mi cariño inmensurable se refleja a través de mis grietas que
engendran dolor.

Lo materialice al sentir mi llanto, hablándome.

Entonces dormí nuevamente.

Consentí que me estaba derrumbando, el suplicio insoportable lo anticipaba. Y cedí.

Liberé el mazo, me enfrenté a las maravillosas y peculiares criaturitas míticas
estelares.

Concebí el razonamiento de qué si bien el extenso mar es capaz de sofocarme, no
está aquí para hacerlo.

Asimilé que una de mis innumerables capacidades es la de crear, entonces formé mi
propia fe y la adopté como esperanza.

Con el polvo de estrellas formé ángeles de esplendor, y las hadas liberadas se
marcharon con las criaturitas míticas estelares, no sin antes despedirnos y
permitirme agradecer.

Pequeñas criaturitas míticas estelares, creo que si vinieron a proteger.

No sé trató de desaparecer, dormir u olvidar. Siempre se trató de vivir.

Hermosas peculiares criaturitas míticas estelares, me enseñaron cómo salvarme.

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