Últimamente he querido decirte muchas cosas,
pero bueno... de a poco voy avanzando.
Estoy seguro de que a veces soy arrogante,
pero estoy aprendiendo la manera.
La manera de no encariñarme con una persona encantadora,
y aún más, sabiendo que está prohibido para mí.
Sin embargo, no entiendo por qué siento
ese océano que viene y toca la puerta de mis sentimientos.
Cometo mil errores,
aunque a veces me cuestione.
Por más máster que logre, pienso en Dios desde que me levanto,
pienso en Dios en todos los planes que quiero y plasmo.
Pienso en Él gran parte de mi día,
pues en mi alma es mi guía,
mi luz si quiero una salida.
Dios es parte de mi corazón.
Sin embargo, sigo sin poder ser...
Quizás pertenezco a un grupo selecto,
un esquema.
Si Dios está conmigo, no existen enemigos.
Vivo sin problemas,
como un padre que guía a su hijo.
Luego pienso: quizás en este viaje,
la vida te enseña a ser menos necio.
Pero todo tiene un precio.
Como los pesos, todo se empieza a pagar.
Lo que sí tenía claro
es que empecé a sentir algo por ti...
Extraño, pero sincero.
Me envolví con tu amistad, mirando más allá.
A lo mejor un "te quiero"...
Luego la veo a usted, señorita.
Parece un lucero.
¡Válgame Dios! Que parezco un aguacero.
Discúlpeme un momento,
es que este corazón me aprieta
al decirle que usted y yo haríamos una linda pareja.
Últimamente he tenido descifrado
que el alma fuera una canción.
Nos hicimos tanto daño
que nos tocaron sabios problemas
que nunca enfrentamos.
¿Qué le faltó al amor que teníamos en mente?
Aún siento que podemos cambiar esta historia.
Creo y puedo… quiero ver el compás de un "buen bueno".
Dime lo que es el amor puro y bueno.
Quiero hacer un instante,
con Dios como mi consuelo.
Espero salir adelante con esto,
aunque sé que me desvié.
Quisiera decirte tantas cosas…
Cada día te veo más hermosa.
Si esto fuera prosa, te diría que
no sé qué es,
pero hay una manifestación en tu mirada.
No es que sea valiente,
pero me gusta este efecto natural,
sin calcular.
Dime que sí, otra vez, con tu mirada.
Sin embargo, sigo siendo pesimista,
un poco egoísta.
Se me olvida lo que es ser altruista.
Quizás sea mi mal genio… bien genio.
Tú eres un misterio.
Vamos como turistas.
Siempre me acuerdo de tu alegría gratuita.
Eres una vida que evoluciona como persona.
De todas las cosas del mundo,
te elijo a ti.
Y todo lo que se pierde,
se recupera en tu alegría gratuita.
Tu sonrisa... el mundo se vuelve perfecto.
Ese instrumental de fondo,
trasfondo de un mundo creativo
en el que coincido y digo:
realmente soy coherente con mis cosas.
Pero ¿cómo decirte,
que aunque espero poder decirte esto…
así no son las cosas?
Eres para mí una mariposa,
la mayor prosa,
una cascada,
un prisma de mil colores.
Eres tú.
Tienes tu propio significado,
una dulce respuesta de agrado.
Sin embargo, pienso:
¿cómo cambio cada estallido?
Un lapicero, un papel…
y pensar que las respuestas son palabras.
¿Qué diría si no fuera por tener este talento
para decirte las cosas?
Aunque te confieso,
no creo mucho en aquellas mariposas.
Pero tú…
tienes un néctar dulce y especial.
Tienes tanto que cautiva,
que mi mente vuela.
Inspiras a escribir uno,
o más de mil poemas,
como un folclor de la flauta nativa,
tan conectada con la naturaleza.
Y tú…
emanás cariño.
Eres agüita para mi sequía
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Autor:
Kevin Daniel Hernandez Diaz (
Offline)
- Publicado: 30 de mayo de 2025 a las 15:50
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 8
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.
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