¿Cómo son capaces de verme llorar
y solo apagar la luz y cerrar la puerta?
Me muero ante sus ojos,
ante su indiferencia,
clamo, clamo como un castigado en el infierno,
pero no clamo por Dios,
clamo por un cariño,
clamo por un abrazo, clamo por unas palabras de aliento
¿No ven que estoy muriendo ante sus ojos, ante esa completa indiferencia?
Siempre he estado para ustedes
¿Por qué no pueden estar aquí para mi ahora?
No quiero sentirme solo...
Me pica el cuerpo ¿es alergia? ¿Es dolor?
¿es ansiedad?
Es el malestar que me genera lo que hacen conmigo.
He sido una mala persona,
siempre he sido malo... pero siempre he querido ser bueno,
siempre he querido que me amen... he querido que alguien
me considere su verdadero amigo,
pero siempre he sido un error.
Mi padre siempre me odio,
y pese a que lo perdone,
jamás he entendido porque el no puede perdonarme por haber nacido...
Quizá ahora lo estoy entendiendo...
Por fin... quiero morir...
Ya no aguanto...
Estoy tan agotado... quiero llorar,
pero no es pena, es solo que estoy cansado,
demasiado cansado.
No puedo dar ningún paso más...
He aquí mi fin.
-
Autor:
Gatozilla (
Offline)
- Publicado: 30 de mayo de 2025 a las 15:30
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 18
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., JUSTO ALDÚ, EmilianoDR
Comentarios1
Excelente travesía por el dolor personal, donde el dolor es una herida viviente que habla, come, se reproduce, pero no muere. Cristo es la luz estimado.
Dios te bendiga.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.