Dos extraños en Barcelona
Barcelona tiene dos maletas:
una guarda amaneceres de aeropuerto,
la otra, tus zapatos vacíos
que bordan soledades en el Gótico.
Yo soy el insomne que cuenta faroles,
el que bebe el silencio de las fuentes
cuando la Boquería duerme
y los turistas son fantasmas baratos...
Y el reloj de la estació́n me grita
que las despedidas son clavos en el mar,
pero yo sigo aquí́, coleccionando
tus sombras en los quioscos de Diagonal...
Somos exiliados de la misma sed,
tú en tu isla de asfalto, yo en mi hotel del ayer.
La ciudad nos juzga con faroles rotos,
dos extraños que bailan un tango sin puerto.
Barcelona es un espejo con resaca:
si te busco en su reflejo...
¡hasta la ausencia se emborracha!
Hay quien dice que el tiempo cura heridas,
pero aquí́ hasta el tiempo tiene cicatrices:
la Rambla es una vena abierta,
el Liceo canta óperas con telarañas.
Y yo, aprendiz de fantasma,
repito tu nombre en los bares de Gràcia
donde el vermut sabe a despedida
y las jukebox lloran boleros en catalán...
La noche me dijo en confianza:
No hay amor que sobreviva a su propia postal.
Y yo, que siempre fui mal turista,
robo fragmentos de acera donde pisaste al pasar...
Barcelona...
sigue preñada de adioses,
y yo, sigo aprendiendo a ser
el arqueólogo de tu olvido...
-
Autor:
Enrico Sanguinetti (
Offline)
- Publicado: 30 de mayo de 2025 a las 13:23
- Categoría: Amor
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.