HASTA QUE TERMINE EL VERANO

Bajo el sol radiante de un cielo sin nubes,

tu amor brilla intenso, un fuego sin fin.

Eres el calor que mis sueños descubre,

la brisa que sopla en mi bello jardín.

Tus ojos son dos soles que alumbran mi día,

tu risa, un canto de pájaros en flor.

Contigo la vida es pura alegría,

un verano eterno, un viaje de amor.

Cada caricia tuya es una ola en la playa,

una danza de luz en la arena dorada.

Nos fundimos juntos, como el sol que estalla,

en un abrazo cálido, en una mirada.

Tus labios saben a frutas maduras,

a dulzura y miel bajo el cielo azul.

Eres el verano en todas sus alturas,

un paraíso eterno, un refugio en mi baúl.

Caminamos descalzos por senderos ardientes,

nuestros corazones latiendo al compás.

El amor resplandece en instantes candentes,

un vals de estrellas en un eterno abrazo fugaz.

En la sombra fresca de un árbol frondoso,

descansamos juntos, susurrando al viento.

Tus palabras son brisa, un murmullo gozoso,

un susurro de amor en cada momento.

Bajo la luz dorada del atardecer,

prometemos amarnos hasta el fin del calor.

Nuestro amor es un faro en el amanecer,

un verano perpetuo, un eterno fulgor.

Y cuando el otoño llegue con su manto,

recordaremos el verano en su esplendor.

Tu amor será siempre mi más dulce encanto,

un resplandor eterno, un inmenso fervor.

Hasta que termine el verano seremos uno,

bajo el sol y las estrellas en cada rincón.

Nuestro amor brillará como el sol vespertino,

un verano infinito, una eterna canción.