EL NIÑO QUE AÚN SOY
Todavía ando tras las huellas del tiempo,
buscando al niño que fui,
ese que sabía soñar con los ojos abiertos,
que reía en la calle con sus amigos,
esos que no quiero dejar atrás,
porque en sus voces hay pedacitos de mí.
Ahora, con mi hijo, vuelvo a ser ese niño.
El me mira y me invita a jugar,
a construir castillos en el aire
y a disparar flechas hechas de imaginación.
En su risa, floto.
No hay gravedad cuando el se ríe.
Y con mi hija, la primogénita,
hay algo que no se explica:
como si en un abrazo
se cruzaran la ternura y la memoria.
Un beso suyo me devuelve
a ese rincón donde todo era sencillo.
El niño que vive en mí no se ha ido.
Es mi brújula, mi abrigo, mi promesa.
Cada vez que río con ellos,
mi alma respira hondo
y vuelve a brillar
como si acabara de nacer.
© Corazón Bardo
-
Autor:
CORAZÓN BARDO (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 28 de mayo de 2025 a las 23:46
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 10
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.