Decías que en otra vida
tenías dos hijas unidas.
Pero en esta…
yo solo fui el error entre tus heridas.
Me mirabas con ojos de juicio,
como si cada paso que daba
rompiera un pedazo más de ella.
Y entonces…
me rompí yo también.
Dijiste que fue culpa mía,
que por no incluirla, la perdías.
Pero mamá…
yo también era niña.
Yo solo quería tener amigas,
un poco de luz en mi propia esquina.
No sabía que por buscar cariño
iba a perder el tuyo…
para siempre.
¿Dónde estaba yo…
cuando tú decidiste dejar de verme?
¿En qué momento dejé de ser tu hija
y me convertí en la culpa que no puedes soltar?
Tú no sabes cuántas veces
me pregunté si valía algo…
si el mundo estaría mejor
si yo… no estuviera.
Encontraste mis notas,
pero no me abrazaste.
Me dejaste ir,
no porque me entendieras,
sino porque tenías miedo
de cargar con otra más rota.
Y ahora dices que no sabes cómo curar a mi hermana…
Pero ¿quién va a curarme a mí?
¿Quién recoge los pedazos que dejaste atrás
cada vez que repetías
que todo era por mi culpa?
Tenías dos hijas, sí…
pero en esta vida,
perdiste a las dos.
-
Autor:
Traicy Lisset Mujica Pingo (
Offline)
- Publicado: 27 de mayo de 2025 a las 17:53
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 15
- Usuarios favoritos de este poema: Poesía Herética, ElidethAbreu, Mauro Enrique Lopez Z.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.