se piensan..

Se piensan las madrugadas

que eterna, tienen la vida

y al nacer la luz del día

se mueren como si nada,

se piensan astros celestes

que del cielo, son eternos

y revientan y perecen

por el gas del firmamento.

Se piensa el agua que siempre

ha de brotar en las piedras

y al contacto con la tierra,

se seca.. desaparece.

Desaparecen las rocas

inundadas por mareas

que manda la luna llena,

entre espumas y entre olas

se piensa el aire que puede

traspasar, todas las cosas

pero tropieza de frente

con los montes que lo ahogan.

Y el sol, se siente de reyes

ese rey que todo toca,

y la nube mas idiota

lo tapa, y lo oscurece.

Y se piensan las gaviotas

que son dueñas de los mares

y sueñan, con alejarse

pero vuelven a la costa,

tantos se piensan que pueden

y tantos, son los que explotan

que al final, es simplemente

conformarse en lo que sobra.

Cuantos poetas se piensan

ser igual a madrugadas

como los astros celestes,

como piedras, como el agua

cuantos se piensan que son

como el aire que traspasa,

como las nubes y el sol

como gaviotas, lejanas.

Y se piensan los poetas

ser bandera y estandarte,

ser en letras.. el mensaje

cuando apenas, no son nada

y escriben mientras distraen

a la plebe con sus versos,

y se piensan que con eso

es suficiente o bastante.

¿Quién esconde en la poesía?

la belleza que me atrape,

esos versos inmortales

que duren por muchas vidas,

que no sean madrugada

ni la luz, que nace el día

ni las gaviotas perdidas

que a la costa encarceladas,

pertenecen sin salida.

¿Quién puede dar esa vida?

y que perduren las letras,

acaso, no es el poeta

acaso.. no la poesía,

¿quien se burla de la muerte?

solo el arte, yo diría.

Y renacen las palabras

a cada verso escribido,

como brotan manantiales

de las rocas traspasadas

como el aire, encarnecido

en el cabello de valles

como encuentra el peregrino

su caminar, su destino

como son los olivares

del poeta, granadino.

Como los versos sentidos

al Cristo por los cofrades

igual, que el pájaro espino

en los troncos otoñales,

como el tren que no se para

o el amor, correspondido

como los verdes trigales

que nos dan, el blanco trigo.

Pues así, así le nacen

al poeta sus escritos

como en la herida la sangre,

brota sin compasión

como el amor a una madre

o el cariño, de un amor.

¿Quién perdura en el tiempo?

o soporta, tempestades

¿ no es el poeta y su arte?

¿ no lo demuestran los versos?.

Se piensan los comandantes

que el ejercito es su reino,

y llega el rey, y en su sueño

los proclama capitanes,

llegan los barcos a puerto

soportando bravos mares

y la ausencia, a unas madres

de sus hijos marineros.

Se piensan los instrumentos

que son amos de la orquesta,

igual.. se piensan poetas

que son amos de los versos,

y se cumplen predicciones

y la vida, no da tregua

y sigue habiendo poemas

desfasados en renglones,

se piensan, que son mecenas

de una iglesia consagrada

y solo son de palabras,

cárcel ruin y vil condena

pero el arte, sobrepasa

las nubes y las tormentas

dura en el tiempo, en la vida

eso piensan los poetas

no envejece, la poesía.

Se piensan que la libreta

es salvación y salida

o que la pluma revienta,

que la sangre, es la tinta

el corazón gasolina

su alma, la herramienta.

Se piensan tantos y tantos

que en la vida pasajera

todo se puede y se queda,

entre todos, olvidado.

Pero el arte sobrevive

al igual que la promesa,

y los poetas escriben

y lo sueñan... y lo piensan