La vi; fue una tarde gris,
trató por un instante de fingir,
la escena es difícil de describir,
sin palabras quedé; la descubrí.
La vi arreglada; no solía hacerlo,
mi corazón se detuvo, fue duro,
no tenía motivos, no los tuvo,
simplemente lo quiso; y lo hizo,
pasmado, desolado, desorientado,
intenté responderme a mí mismo,
pero algo dentro de mí se quebró.
La amé sin condición, sí, la amé.
pero ella me falló, ella me mintió,
desde ese día ya no soy el mismo,
el frío me parece calor y el calor frío,
el sol lo veo oscuro y la luna sin brillo,
la miel me sabe a hiel, y tomo vino sin tinto,
mis emociones se arrastran por el piso,
me miró al espejo y no me veo, no me siento,
perdí la cordura, perdí las ganas y el reflejo.
Mi estúpido apego no me dejó ver la realidad,
su orgullo, su deseo envenenó su integridad,
fue muy astuta porque conocía mi debilidad.
Pero la llama de este amor por ella se apagó,
esa tarde gris todo me robó, me robó la razón,
despedazó mi corazón, mató toda mi pasión,
borró de mi rostro aquella sana expresión.
Ahora me escondo del amor por temor al dolor.
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Autor:
EMBAR (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 26 de mayo de 2025 a las 10:37
- Categoría: Triste
- Lecturas: 6
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., WandaAngel
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