Sanar en ruinas

Cheirol

Sanar en ruinas
En trásito, con las piezas movidas,
quien pudiera ver belleza en eso.
Juzgo antes de ser juzgada,
mi garganta tiembla y llora en silencio.

Mis cejas pesan, mis pies se frotan
como buscando tierra firme.
Se va el sol ¿habrá otro mañana,
uno más lindo, que me quiera mirar?
¿O es el mismo, solo que elige a quién brillar?

Luego del meteorito salió el sol.
¿Por qué no a mi tambien?
Me detengo a pensar, en nada.
Busco gustarme, sola.

Quiero sembrar, pero dudo de mi tierra.
¡Cuánto mal coseché antes!
¿Estamos escritos o solo caminamos,
deseando tener destino?

Nada me ata, salvo este vacío.
Libre, pero condenada a elegir,
a este hoy que no decido, a esta tierra rota.

Sí, hubo meteorito.
Y ahora tengo que arar.
Mis baobabs crecieron grandes, vivos.
No quiero matarlos, solo podarlos.
Que pena, no podré aprender de ellos.

La sociedad me dice, arrasá
limpía, ordená. El orden que veo fuera
no refleja lo que tengo dentro.

¿Cuantos mates debo tomar
para entender que necesito agua fría?
¿Quien decide por mí?
¿Cuantos dinosaurios siguen vivos en mi cuerpo?
¿Y cuantas rosas están ahí, esperando que saque las malezas?

Hice desastre en mí. Lo sé.
¿Como pretendo escuchar música
si ni siquiera puedo escucharme?

Quiero grabarme diciendo "Te amo" 
para saber que alguien lo hace.
Soy yo. Mi alma y yo.

Y aunque curitas no alcanzan para sanar,
esto es un comienzo.
Una cicratriz abierta que escribo
para que no me duela en silencio.

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.