Cuando tocas mi piel me siento tan bien,
que el infierno ardiente parece no arder.
La encrucijada se llevará mi cabeza,
pero no la dirección de mis pies.
Mi corazón es valiente y te ha elegido a ti,
por favor, dame poder y destruye mis miedos.
Quiero lanzarme al precipicio para sentir
todas las promesas que sé que cumpliré.
Ámame en todo momento, que no se apague la luz,
daré todo mi corazón y prepararé mi próximo ataque.
El mundo verá mi bandera y sé que ganaré esta batalla,
no cierres los ojos, mírame mientras cubro todo de rojo.
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Autor:
Tephros (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 25 de mayo de 2025 a las 00:26
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 8
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.
Offline)
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