TERAPIA DE PERROS

Para describir tu sexo tienes el rosa cuando soy azul y viceversa,

comienza a travez de reconocernos entre las voces de alrededor;

Soy el tirano que te desnuda con la mirada y tiendes a cubrirte;

De manera similar que gesticulas para inmolarme desde adentro,

preparamos nuestro universo para adaptarnos al vicio del si y no.

Es la curiosidad que implanto la ruta para llegar a emprender,

acorde a la marca interior que ejecuto un recurso inevitable,

aboliéndote toda posibilidad de desistir el flujo de vitalidad

o redirigirlo a otra parte de mi ser que te invocara remitente,

mitigando el exceso de tensión armónica entre ambos extremos.

No te pienso aunque de alguna manera hay un relato inconcluso,

parte de la fiereza instintiva de poseer lo vedado y presente;

Entre la bocanada de aire que nos cruza jalando de nuestra ropa,

frasea las palabras apenas audibles de lo que pudo equivocarse,

eso nos hubiera desnudado y dejado desprovistos de la discusión.

Dota de un enunciado imperativo; desbócate o serás atropellado,

toma su túnica o enfrenta la asfixia de taparte hasta ahogarte,

vacila un segundo y perderás el perdóname por hacer esto siempre;

Apártate y nunca prenderas su aroma asomándose como un aura;

Evita presentarte y jamás encontraras oscilando un “si ingeniero”.

Luego, en la calma parsimoniosa que detenta la artera sobriedad,

deduciremos que hubo un remolino y para escapar de tu cautiverio

iré a lugares que no conoces, esos lúgubres e insensatos para variar,

a donde no pueda reconocerte aunque te tuviera enfrente mío;

En aquel poema al cual odiaras recordar por ser mi dedicatoria.

Es así que adelantándome a la tragedia, he decido lo opuesto,

rechazar la diplomacia después de haber comido de tu mano.

Después de haber eyectado placer en convenciones de una noche,

en cada resquicio de alguna habitación sin muy a bien recordar.

Solo que un sonido me va dictando, “déjame de una vez en paz”.

Es tu camino pero hay en el atisbos que recuerdo como un dejo;

Es de paso pero incluso hay puntos en suspenso en ese plano,

al cual debiéramos resolver por alguna circunstancia juntos;

Quiero decir que inscrito en ese mar de posibilidades existió

un renglón en el que estuvimos llamados a llenar solo nosotros dos.

Quererlo no implica a priori dedicarse un capitulo el uno al otro,

ni enredar las puntas que no estaban unidas de nuestras vidas,

ni reforzar una idea de fuerza implacable de almas gemelas;

Sin embargo, esta aquello que reúne dos mundos a la sexualidad,

a comportamientos atípicos que se conversan entre ambos cuerpos.

No cabe alguna duda de querer ser amigos sin acuerdo de derechos,

de matizar la vida con los momentos repartidos circunstancialmente.

Dar entrada a la casualidad pero acertando de vez en cuando la hora,

es tener justo a tiempo el alimento que otorga el olor que desprendes,

poniendo a tu disposición mi habilidad de compaginar cualquier aroma.

Quien podrá decir algo bueno o malo de nosotros sin nosotros mismos;

Apenas tenemos tiempo pero el tiempo puede aprovecharse siempre;

El lugar esta entre nosotros y es corto cuando nos acercamos precisos,

para no terminar nunca la coreografía, aunque de ella hagamos servicio,

acciones que tengan por efecto arreglar las cosas que alguien no hace.

Amiga, dame la alquimia de tu compañía y mañana veras lo que soy,

mi carácter de ingeniero saliendo de todas las ecuaciones y cálculos;

De este análisis de riegos, los peligros pueden mitigarse sin daños,

rigurosamente interdisciplinario para comunicarnos los altos y bajos;

Aplicar los estándares de la ecuanimidad y sensatez antes que caer.

Siempre habrá la oportunidad de ser libres, en juntar las alas y volar,

en convenir un solo clima, un solo departamento para decorar la piel,

para convertirnos en eso que nos hizo mirarnos de repente sin recato,

próximos al prodigio humano pero reconviniendo nuestro instinto innato,

de dos seres que se ponen uno enfrente de otro para no soltarse la sábana.