El viajero

"Soy yo de nuevo, el factor común que se convierte en viajero...

Viajo tanto que a los planetas ya los conozco entero, y me sé de pie a cabeza la composición de cada uno de ellos...

Pero les cuento, que mientras salía de este mundo perverso, empecé a sentir un sentimiento que hace ya tiempo que vagaba por mi cuerpo...

De tanto vagar, llegó al nervio que cambiaría la forma en que me vería por dentro...

Y es que comencé a palpar mi corazón y noté que ya no latía lento, la respiración se cortaba y mi sistema digestivo no podía digerir ciertas palabras, es más hasta mi cráneo estaba que estallaba, por tanto estrés que esté cargaba...

En conclusión, mi décimo nervio craneal fallaba, y era pq cada vez que salía de este planeta mi mente en ella pensaba...

Pero algo pasa y es que sus ojos a otro miraban, eso me obligaba a trasladarme a otro plano celestial, uno donde no se me imponía el pensar, donde solo conectaba con mi viaje interestelar... 

El sol y la luna se juntaron por un momento, que dejó paralizado el tiempo ya que querían comprender que le pasaba al cuerpo de aquel individuo que según sufrió el rechazo interno...

Ellos decían que cuando la miraba se iluminaba de tal manera que los opacaba, parecía aquella estrella que irradiaba magia, pero hay algo que se nos escapa y es que las estrellas cuando más brillan es porque su luz interna está que se apaga...

Y eso es lo que pasa, nos convertimos en cuerpos celestes en un mundo con luz ausente... Pero hoy, yo quiero ser diferente, quiero verla desde el amor que por ella siento firmemente...

Ya que fue quien devolvió el brillo de una estrella fría y sin amor presente..."