Carabela Lucífuga

¡Ay, carabela lucífuga!

¿Por dónde es que navegas?

Cruzando todos los lados

sin saber a dónde entras,

tienes poquito cuidado

piensas que alguien te observa

aún prefieres ir errado

en mares de aguas negras.

¡Ay, carabela lucífuga!

¿Por dónde es que navegas?

Dadle vista a la vista

y si desta la reniega

vista dadle otras dos veces 

y así hasta que prefiera,

porque huye de la luz

como si no se atreviera

a saborear su ardor,

y vaya que es una pena

estando siempre a oscuras

sin ver lo que esto conlleva.

Ay, carabela lucífuga!

¿Por dónde es que navegas?

internándote en el mar,

disipándote en la niebla,

perdiéndote entre las rocas

y buscando falsas tierras;

creyéndote lo que no es,

siguiendo falsas estrellas,

aunque vayas tú por libre

no te reputo viajera

y mucho menos de intrépida

eres esclava de la cueva,

la mencionada del griego

pues no quieres que te vean.

¡Ay, carabela lucífuga!

¿Por dónde es que navegas?

Huyendo del faro magno

como cazador y presa,

pensando que su fulgor

acabar contigo intenta,

mas mentira pura tuya

que no entiendes su belleza,

sigues en contramarea,

¡de veras no hay quién te entienda!

¡Ay, carabela lucífuga!

¿Por qué todo es que niegas?

La torre alta de las costas

que a todos guía y lleva

refulgiendo nebulosa

con la claridad perfecta;

esa que a todos los náufragos

ayudarles siempre intenta

y más de vez una logra

quitarle todas cadenas;

la pinto tan impecable

y aún portas alta defensa,

de verdad no te comprendo

y no hay quién te comprenda

¡Ay, carabela lucífuga!

¿Por qué todo es que niegas?

De sabia es ser socorrida

y ser contigo sincera,

cambia aprisa tus costumbres

y saldrás de impuesta celda

de ir surcando mil océanos

de vastas falsas promesas,

singla donde diga el faro,

faro de fe y primavera,

con alacridad acéptalo,

no te aliebres de la meta

por las malas presunciones

de artificiales profetas.

¡Va, carabela lucífuga,

que con vuelo presto aún llegas!