Me seduce los ojos, me araña el corazón
y yo la siento temblar contra mí como un volcán que me moldea,
como la fragua al duro metal.
Y la miro desdibujarse, mientras que de sus poros brotan palabras,
y la vuelvo contra mí apoyando sus labios contra mí boca antes que desaparezca.
Sus latidos se entrelazan sobre mi pecho,
su respiración se agita como las olas del océano tras la tormenta
y los terremotos mentales vienen acompañados de tornados y huracanes.
Entonces mis manos toscas recorren su rostro, acarician su pelo,
me vuelve a pertenecer sin pertenecerme,
la veo aparecer entonces en el cielo estrellado, en la aurora boreal,
en el alba, en el ocaso manso y su respiración vuelve a la normalidad.
Nuevamente exhibe sus garras, me incendia, me desnuda el alma;
devora mis miedos y ya no me pertenece, ahora le pertenezco.
Recorre mi piel de norte a sur y de vez en vez va perdiendo el rumbo,
se va adentrando más y más;
y ahora la saboreo en el paladar, la percibo en mis huesos,
la siento viajar por mis venas.
Su aroma se clava como espina en mis sentidos
y su sensualidad me envuelve como enredadera.
Nos volvemos una imagen superpuesta vista desde el reflejo del espejo,
dos insomnios de una misma historia, danza y música en misma sintonía.
Y juntos creamos arte,
ahora formamos parte de la acuarela en el lienzo,
del arcoíris en la tormenta,
siendo todos los colores en una sonrisa,
un atardecer escarlata y una brisa suave.
m.c.d.r
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Autor:
m.c.d.r (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 22 de mayo de 2025 a las 00:22
- Comentario del autor sobre el poema: Es un poema especial que escribí cuando me adentré en los inicios de éste mundo maravilloso que es la poesía y cuyas letras fueron marcadas por grandes escritores cómo Cortázar y Jaime Sabines
- Categoría: Erótico
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, ElidethAbreu, Mauro Enrique Lopez Z.
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