Alífero

Alífero 

Alífero, el amor es un pañuelo: a veces te ciega, otras te da consuelo. Es velado, sí, como la noche al día, pero al final, la verdad siempre espabilaría. ¿Qué misterio esconde este velo?

Alífero, aceptar al otro es menuda empresa: con sus luces, sus sombras, su torpeza. Querer cambiarlo es arar en sequero, el amor de verdad viene entero, Alífero. ¿Es posible esta aceptación completa?

Alífero, el otro es un enigma, a veces espejo: otras, la pieza que faltaba en tu pellejo. Complemento o contraste, da igual la figura, al final, dos que bailan buscan su segura. ¿Qué aprendemos del otro, sea complemento u opuesto?

Alífero, y somos tres, sí señor, en este entuerto: tú, ella, y ese lazo que no está escrito. Un tejado de almas, buscando abrigo, donde el "yo" se hace "nosotros", sin castigo. ¿Qué representa ese "tercero" en la danza del amor?

Alífero, un círculo, dices, abarcando la vida: tú en el centro, latiendo, sin guarida. Y el eco de ese latir, por cada rincón, el amor que emana, tu humilde don. ¿Cómo sientes esa expansión del amor desde tu centro?

Alífero, ¡ah, el amor! Seguro, como tierra firme: pero celoso a veces, que el miedo lo oprime. Suave como el musgo, dulce como la miel, fuerte pa' aguantar el más crudo tropel. ¿Cómo coexisten estas contradicciones en el amor?

Alífero, compasivo, que entiende la pena ajena: empático, sintiendo la misma cadena. Crítico a ratos, con ojo avizor, doloroso también, ¡vaya sinsabor! ¿Es inevitable el dolor en la experiencia amorosa?

Alífero, ingenuo al principio, con alma de niño: cauteloso después, que es duro el camino. ¡Todas presentes, Alífero! En este embrollo, en la trama invisible que ata cada rollo. ¿Qué hace que esta trama invisible perdure?

Alífero, porque el amor, verás, no es cosa de buscar: se encuentra escondido en el mismo lugar donde las palabras se quedan cortas, mudas. Se toca, se siente, en las más hondas dudas. ¿Dónde reside, entonces, la esencia del Amor?

Alífero, amar no es un puerto al que llegar: es el viento en el alma, es simple... ¡es ser, carajo, es ser! Sentirlo es un don, vivirlo es la batalla, pero serlo de veras... ¡esa es la medalla! ¿Es el amor un estado del ser más que una acción?