Ante mí posaba desnuda,
Las manos languidecían,
Acariciaban el dintel
De la entreabierta puerta
Volvía lentamente, su cabeza,
Suavemente, sus rasgados ojos
Hacia mis hundidas piernas
Clavadas en aquella ciénaga
Su pecho seducía a la
Estética y sentimental hipérbole
Reblandeciendo su vientre
Que despacio, se ensortijaba
Sus brazos me rodeaban y
Me rescataban de entre
El cieno herrumbroso, suavemente
Entre su halo, adormecedor y sedante
El cabello de ella, rasurado.
Relucían sus sienes, latían.
Sentía su maleable cuerpo,
Frío, suave, pétreo a la vez
Erizaban mis adormecidas neuronas,
Se debatían entre desvencijados
Y oscuros, dispersos pensamientos,
Cuan sicalípticos efluvios
Mis piernas, aun cenagosas,
Se entrelazaban sobre el talle
De aquella fantástica esfinge,
E hicimos la pasional metáfora
Sobre mi desnudo cuerpo,
El gélido contacto de su piel,
recreó la dinámica sustancia
en anatómicas transfiguraciones
¡Hibernados cuerpos, abstraídos en la ciénaga del anhelo!
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Autor:
Leoness (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 18 de mayo de 2025 a las 17:13
- Categoría: Amor
- Lecturas: 8
- Usuarios favoritos de este poema: WandaAngel, Mauro Enrique Lopez Z.
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