Ante mí posaba desnuda

Leoness

Ante mí posaba desnuda,

Las manos languidecían,

Acariciaban el dintel

De la entreabierta puerta

 

Volvía lentamente, su cabeza,

Suavemente, sus rasgados ojos

Hacia mis hundidas piernas

Clavadas en aquella ciénaga

 

Su pecho seducía a la

Estética y sentimental hipérbole

Reblandeciendo su vientre

Que despacio, se ensortijaba

 

Sus brazos me rodeaban y

Me rescataban de entre

El cieno herrumbroso, suavemente

Entre su halo, adormecedor y sedante

 

El cabello de ella, rasurado.

Relucían sus sienes, latían.

Sentía su maleable cuerpo,

 Frío, suave, pétreo a la vez

 

Erizaban mis adormecidas neuronas,

Se debatían entre desvencijados

Y oscuros, dispersos pensamientos,

Cuan sicalípticos efluvios

 

Mis piernas, aun cenagosas,

Se entrelazaban sobre el talle

De aquella fantástica esfinge,

E hicimos la pasional metáfora

 

Sobre mi desnudo cuerpo,

El gélido contacto de su piel,

recreó la dinámica sustancia

en anatómicas transfiguraciones

 

¡Hibernados cuerpos, abstraídos en la ciénaga del anhelo!

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