Cuando me arden terriblemente los ojos,
quiero convertir mi agravio en dulzura,
y en el fuego de tu ternura,
arder sin consumirme.
¿Por qué aún tienes el indecoroso placer de hacer gestos imprecisos con tu sonrisa,
como si las flores mismas se estremecieran en tus labios, y en ella mi corazón se rindiera?
¿Por qué sigues sonriendo,
si sabes que me duele?
¿Por qué sigues siendo tú,
si sabes que me enamora?
Cuando la mirada me arde viva,
quisiera volver mi rabia, puro caramelo amargo,
y quemarme en la hoguera de tu ternura,
allí, justo donde tu risa florece,
como una mala hierba hermosa...
Ser cantera rosa bajo tus dedos,
aroma de tierra mojada en tu aliento,
ceniza perfumada que exhala mi recuerdo,
dulce savia dormida que despierta en tu labios,
un volcán, amor, un volcán temblando en tu boca.
m.c.d.r
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Autor:
m.c.d.r (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 18 de mayo de 2025 a las 02:34
- Categoría: Amor
- Lecturas: 21
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez, JUSTO ALDÚ
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