INVISIBLE JINETE

Irmaelvira Tamez

En las horas de amor entre penumbras

parece que toco tu piel entre mis manos.

Los besos muerden la pasión enamorada

mientras los dedos en la espalda se hunden

Extraño jinete galopa en el alma al tiempo en que ansiosa

a tu vida me aferro; la miel de tu entraña inunda mi claustro

que cada noche te reclama con vehemencia.

Tibio respirar sobre la estela fragante de los cafetales;

bajo un desierto de luz te mezclas con mi sangre,

aumenta el torrente sin sosiego cabalgando mis adentros.

Anhelo eternizar este placer y tu visita con arrebato

me ate con hilos de oro, traspase la frontera impenetrable:

como aire, como fuego y así, sin prisa de nubes errantes

se quede en mí clavado. Nuestras sombras

en su llama incineradas escapen por la ventana

mientras vemos la luz de esta pasión en solitario morir tan lento;

ansioso tropel que incansable cabalgaste

y en los más hondos recuerdos te quedas.

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