La infancia es un cuarto cerrado,
una sombra que no reconoce su propio cuerpo.
Que no pide, que no excusa, que no nombra.
Me busqué en otros reflejos, en los libros que devoraba sin descanso.
Y pronto, la escritura no fue un refugio.
Fue un velo. Una sombra.
¿Qué significa existir cuando la voz de uno no encuentra eco?
Cuando se habita un espacio ajeno, una lengua que no es la suya.
Un torbellino de silencio. De amaneceres. De penumbra.
¿Qué se extrae de los recuerdos, derretidos en las añoranzas,
en las habitaciones, en un hogar que no es el suyo,
en tiempos de guerra?
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Autor:
Louu (
Offline)
- Publicado: 17 de mayo de 2025 a las 17:35
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR, ElidethAbreu
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