"ENSÉÑAME A AMAR".

12:12pm...
Estando recostada y cansada,
después de una jornada sabatina de servicio.
Recordé algo que medité
y luego traduje en éste aprendizaje:
"La prontitud de amar".

Amar, para perdonar.
Amar, para no enfermar.
Pero sobre todo, amar, para sanar.

Sí, porque sólo quien ama
puede perdonar,
estar saludable interiormente o
sanar si está enfermo o viviendo un duelo.

Amar, es la solución en un mundo
donde sólo se ve lo terrible de la realidad
en éstos tiempos.

Ésta mañana estaba frente a él.
Le abrí el corazón.
Lloré, como una niña.
Con ese llanto tartamudo
lleno de sentimientos guardados.
Que me permitió entre sollozos
expresar todas las cosas que me duelen
y todas las que me llenan de frustración.

Hacia tanto que no lloraba así.
Y aunque el llorar no hizo o va hacer
que todo se ponga en orden
por arte de magia,
sí que es capaz de hacernos sentir aliviados.
Al menos, cuando nos sentimos apagados.

Amar, sí.
Esa es la base de todo en la vida.

Pero, hay una verdad para mí
que descubrí de todo ésto...
No se amar.

He creído tontamente que sí.
Mas no es cierto.
Me es desconocido su camino,
su efecto verdadero.
Sólo la pasión ha sido
lo que me ha llevado a sentir que siento.
Y que lejos he estado.

Por eso, pido a aquel
que me ha escuchado
(con todo mi corazón)
que me enseñe;
que me sumerja 
en las aguas bautismales del amor,
para así dejar de ser espectadora
y me convierta en portadora del amor.

Abra mi mente, maestro.

Camine conmigo.

Quiero ser su aprendiz y amar,
amar con todo lo que soy
y con la vida que aún tengo en el aliento
y latiendo bajo el pecho.

De: Diana Janeth Reyes Diaz.

(Diana Reydz)

17/05/25

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