Colibrí

Lysara

Soy aliento,

el viento es mi padre.

Soy pulso,

la sangre es mi madre.

Soy lágrima de la memoria,

pisada fértil en la tierra.

Una estrella, un fractal,

que en la constelación se contempla.

No pertenezco a tu ley mercante,

ni a tu hechizo falso

firmado en papel.

No te debo nada:

desde el primer aliento

sigo siendo de mi madre,

de su vientre,

al que un día volveré.

Púdrete

en tu infierno de papel moneda.

Yo remonto como el colibrí,

hacia el reino de mi corazón.

Este cuerpo es más que carne y hueso:

es llama eterna,

canto resonante,

halo de luz.

Quédate con tu corona de oro.

La libertad no es una idea,

ni un sueño de revolución.

Es la verdad de mi alma,

y es a prueba de balas.

Porque la semilla viva

siempre brota,

y no pide permiso

para brillar.

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