Memorias En Ruinas

Memorias En Ruinas

A veces te pienso como si fueras una fotografía mal acomodada en mi memoria: a ratos nítida, a ratos borrosa, pero siempre presente. Eras caos y calma en la misma respiración. Me enseñaste a correr sin miedo a caer, a gritar cuando todo ardía por dentro, a no pedir permiso para sentir. Fuimos dos desastres que supieron encontrarse en medio del ruido.

Recuerdo cómo nos escapábamos del mundo, como si el universo nos quedara chico. Las calles eran nuestras, el amanecer testigo de lo que no nos atrevíamos a decir. Y aunque sabíamos que éramos un juego de la vida mal ubicados, insistíamos en buscar las piezas que encajaran, como si el amor pudiera armarse con pura voluntad.

Nos fuimos rompiendo sin querer, uno por uno, como esas canciones que duelen más cuanto más las entiendes. Pero incluso en la distancia, hay ecos tuyos en cada lugar que amamos. En cada canción que grita lo que nosotros callamos, ahí estás tú, incendiando lo que apenas había comenzado a sanar.

Hoy no te olvido, pero te dejo ir. No porque ya no duelas, sino porque aprendí que algunas historias no se terminan, solo se transforman en cicatrices bonitas. Y tú… tú fuiste esa herida que me enseñó a vivir más fuerte y más libre…