Crónica de una sociedad dormida

Alimentamos monstruos, el odio es la energía

para seguir consumiendo la misma basura.

Miramos con ojos desviados a algo comprado,

depositamos nuestra fe en figuras podridas.

Vi que asesinaron a un tipo en la autopista,

pero todos miraban las estadísticas de la noticia.

Amamos la basura, amamos sentirnos diferentes,

pero ¿Qué diferencia es odiar algo que consumimos?

Nos vestimos con la bandera volteada y nuestros ojos

miran con odio al hermano que viste la misma ropa manchada.

Estamos yendo derecho a la miseria y viviendo tan complacientes;

la evolución es un cuento de cuna para la sociedad al día de hoy.

Mataron a otro niño delante de mis ojos, pero la presidenta dirá

que fue un buen día; la paz se vuelve un sueño que se pinta de tragedia.

Mi carpeta está llena de versos deplorables y de toda esta mercancía barata;

mi grito con rabia es una muestra de audacia entre tanto trato igualitario.

Una igualdad dominada por un idiota que cree saberlo todo y por un ignorante,

pero todos seguiremos cantando la misma canción hasta que lleguemos a los créditos.