Hubo un día en que morí sin partir,
cuando mi alma, herida, dejó de latir.
No fue la muerte, fue algo peor:
vivir sin sentir, vivir sin amor.
Y entonces, cuando menos lo esperé,
una chispa encendió lo que olvidé.
No era el sol, ni el cielo, ni el viento,
era un suspiro nuevo dentro del tiempo.
Un segundo amanecer, silencioso y fiel,
brotó desde dentro, como miel en la piel.
No trajo respuestas, ni un mapa, ni gloria,
solo me abrazó… y cambió mi historia.
Ya no busco razones para llorar,
ahora entiendo que el alma puede sanar.
Que no todo lo roto queda perdido,
que incluso del polvo nace el sentido.
Este nuevo amanecer no vino a brillar,
vino a enseñarme cómo caminar.
Y aunque el camino aún duela al andar,
mi espíritu sabe que puede amar.
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Autor:
Daniii (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 12 de mayo de 2025 a las 08:27
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 58
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Comentarios1
Buenos días, Daniii_poeta.
Reflexiva y hermosa tu obra.
Lo que más me gustó fue, tu capacidad para darte cuenta y aceptar qué, "el camino" se hace andando en : "El Aquí y el Ahora".
Muy buen poema y muy buena reflexión.
Gracias por compartir.
Muchísimas gracias por tu comentario y gracias por darte cuenta la capacidad de aceptar que el camino se ha adelantado el aquí y ahora estos comentarios son hermosos y los valoro muchísimo de todos los poetas que me escriben en los poemas.
Atiende a tu impulso, mide los riesgos y avanza. El mundo está a tus pies, sigue caminando.
Cariños.
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